27 febrero 2009

24 febrero 2009

Cómo la música nos transporta al pasado


  • Un área del cerebro es la encargada de procesar la música y evocar los recuerdos
  • La zona dorsal del córtex prefrontal medial conecta melodías y memorias
Tras el volante, por una carretera cualquiera y escuchando la radio. De pronto, reconocemos los primeros compases de una vieja canción y en nuestra cabeza se desata una cascada de pensamientos y emociones que nos transportan a nuestro noveno cumpleaños, un día de verano con amigos o la muerte de un ser querido. Tal es el poder de la música. Un investigador estadounidense explica qué ocurre en el cerebro cuando una melodía nos hace viajar al pasado.

¿A quién no le gustaría que determinados momentos de su vida estuvieran acompañados por su propia banda sonora? Los compases de 'Rocky' sonando mientras sudamos sobre la cinta en el gimnasio, el Coro de los Peregrinos aullando en Hi-Fi mientras acabamos con la última mota de polvo de las estanterías o una ocarina silbando una melodía 'pastelona' para los momentos más románticos.

Nuestro día a día carece de banda sonora espontánea pero muchos de nuestros recuerdos son "películas mentales que empiezan a proyectarse en nuestra cabeza cuando escuchamos una pieza musical familiar que actúa como su banda sonora", explica Petr Janata, profesor de psicología en el Centro para la Mente y el Cerebro de la Universidad de California en Davis.

Janata relata en las páginas de la revista 'Cerebral Cortex' cómo en una región de nuestro cerebro, relacionada con el almacenamiento y la recuperación de recuerdos, las neuronas trabajan como centro de conexión entre melodías familiares, memoria y emoción. Trabajos previos de este especialista habían demostrado que la música, como los olores, es un potente evocador de recuerdos.

Una región capaz de seguir la estructura musical

Trece estudiantes de la citada universidad se prestaron para el experimento en el que escucharon 30 fragmentos de canciones –extraídas de listas Top 100 correspondientes a cuando ellos tenían entre siete y 19 años- mientras Janata examinaba sus cerebros mediante una resonancia magnética funcional. Los participantes debían además puntuar de cada tema lo familiar que les era, si les había gustado, traído o no recuerdos y otras cuestiones similares.

De media, cada uno reconoció 17 de las 30 canciones y de ellas unas 13 estaban moderada o fuertemente asociadas con memorias autobiográficas. Aquellas que evocaban recuerdos más vívidos eran capaces también de provocar las respuestas emotivas más conmovedoras.

Cuando Janata comparó las respuestas de los participantes con sus resonancias se percató de que cuanto más importante era el recuerdo evocado mayor actividad registraba la parte alta (dorsal) del córtex prefrontal medial, una zona que previamente había despertado su interés por varios motivos. Por un lado, está relacionada con la recuperación de las memorias y, por otro, el placer y las respuestas emocionales provocadas por la música modulan su actividad.

Pero esto no fue lo más sorprendente. Empleando un modelo diseñado por él mismo, Janata elaboró mapas tonales de cada fragmento de canción y comprobó cómo esta región cerebral seguía el progreso de la melodía al tiempo que evocaba los recuerdos que le traían esas notas. Es decir, es capaz de "seguir los aspectos estructurales de la música", señala el autor.

Los descubrimientos de este investigador podrían explicar, al menos en parte, por qué la música es capaz de provocar fuertes respuestas en pacientes con el mal de Alzheimer, cuyas memorias están devastadas. La zona dorsal del córtex prefrontal medial es, curiosamente, una de las que más tarde se atrofian en estos enfermos y tal vez por eso escuchar una melodía de antaño desate en sus cabezas emociones y recuerdos.


¡¡¡Olé sus cojones!!!

Un hombre ha sido detenido esta mañana por la Ertzaintza acusado de causar destrozos en la Ansoategi Herrikoa, la herriko taberna de la izquierda abertzale de Lazkao.

El hombre se ha dirigido, alrededor de las 12.30 horas, una vez terminada la concentración para denunciar el atentado de ETA contra la Casa del Pueblo de Lazkao, a la sede social abertzale portando una maza.

Una vez ha entrado en la misma, ha procedido a romper los cristales, la cafetería, el ordenador y demás mobiliario del local, ante la presencia de varias personas que se encontraban dentro, quienes han comentado que les ha dicho 'Vosotros me habéis jodido mi casa, yo os voy a a joder ahora la vuestra'.

Tras la llegada de la Ertzaintza, el hombre, al parecer un vecino afectado por el atentado contra la Casa del Pueblo del PSE, ha sido detenido.

El alcalde de la localidad, Patxi Albisu (PNV), ha visitado el local y ha instado a quienes lo regentan a que lo denuncien y reclamen los daños.

Los responsables de la herriko taberna han comentado que "sólo esperan que le lleven a la Audiencia Nacional y que le caigan ocho años, porque si hubiera sido al revés seguro que les caían los ocho años".

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Y lo peor es que será verdad y todavía a este hombre le caera una condena ¬¬

23 febrero 2009

Armas de mujer...

21 febrero 2009

Luki, no te preocupes que hay soluciones

La Fundación Antonio Camuñas abre el plazo de solicitud de sus becas anuales para los másteres del Centro Superior de Edificación de la Universidad Europea de Madrid correspondientes al curso académico 2009/2010.

Dirigidas a titulados universitarios, estas ayudas económicas dotadas con más de 200.000 euros en total pueden alcanzar hasta el 50% de la matrícula del máster y tienen como objetivo formar a los alumnos con los conocimientos específicos que demandan las empresas del sector. Las personas interesadas pueden realizar su solicitud hasta el próximo 16 de abril.

Aumentar el empleo

Para José Antonio Camuñas Solís, presidente de la Fundación Antonio Camuñas, estas becas "responden al compromiso de la Fundación con el fomento, promoción y difusión del mundo de la Arquitectura y las disciplinas relacionadas con ella. La formación y la especialización representan un papel imprescindible para dar respuesta a las nuevas necesidades y demandas de la sociedad, a la que pretendemos servir". Así, para el logro de su misión, la Fundación Antonio Camuñas cuenta con la colaboración de cerca de un centenar de empresas e instituciones interesadas en apoyar los Programas Docentes del Centro Superior de Edificación.

Por su parte, Ricardo Latorre, director Académico del Centro Superior de Edificación, explica y destaca que las Becas Fundación Antonio Camuñas tienen el propósito de aumentar la capacidad de empleo de las personas que realizan esta especialización. Se puede consultar toda la información necesaria en: www.cse.uem.es

¡¡¡Pópurri, popurrí... pópurri, popurrí!!!

Los enteraos... los mejores de este año:



Aunque el salón de belleza el tijerita no se queda corto:



Menudo jartón de reir me estoy pegando XD

20 febrero 2009

OQAT

"Cuando las cosas se hacen bien, no huelen mal", este antiguo proverbio chino que acabo de inventar, sintetiza mi punto de vista sobre la vida en. Y este antiguo proverbio chino viene acompañado de otro: "Cuando sientas olor a podrido, no dudes en destapar el caldero". O sea: ante la duda, ante la sospecha, hay que sacar todo a luz y ventilar a fondo.

Bobby Troup: Snootie Little Cutie



Porque seguro que os gusta, a unos más que otros pero seguro que os gusta jeje.

18 febrero 2009

Especialmente para Quillo

Suena la banda sonora de Juno. Intento no desesperarme ante la magnitud de todo lo que me queda por hacer. No estoy melancólica ni perdida. Bueno, perdida un poco sí, pero esta vez no existencialmente. Respiro despacio. Hace una temperatura agradable. Dentro de mi desorden tengo todo organizado. De repente, sin razón lógica alguna que pueda explicarlo me da un escalofrío. A los pocos segundos empieza la siguiente canción... y no es otra que The blower´s daughter. En ese preciso instante había terminado una carpeta en el reproductor y empezado con la magnífica selección que hicieron para mí hace un tiempo. Apareciendo aleatoriamente esta canción.


No, hoy no creo en las casualidades. Por eso me regocijo en las preciosas conexiones psicológicas que me ocurren a larga distancia. Mira la foto Quillo, seguro que reconoces a alguien... Se ha colado en mi escritorio como tu presencia fugaz y repentina por mi espalda.


Disco debut de Mafy para Marzo


No sé si a algunos ya os habré hablado de esta cantautora sevillana. El caso es que buscando en su página de myspace por fin me he enterado de que para marzo viene ya el disco que lleva grabando desde el año pasado en Barcelona como premio por el certamen de cantautores andaluces que ganó en 2006. Hay poco material suyo, como es lógico, por internet, aunque os adelanto que va a dar que hablar. Sólo espero que no pierda el norte y tire más por el rollo 40 principales (ay, esa colaboración con Miguel Nández me da mucho yuyu). En fin, os pongo aquí algunos vídeos de sus grandes canciones:

Contradicción (primer videoclip, es un poco cutre pero la canción es una joya)


Mis cosquillas (mi favorita)


Poetas (actuación del certamen)


A mí me tiene ganado de antemano y espero que le salga un disco redondo y se dé a conocer porque escuchadas el puñado de canciones que encontré en la mula merece muy mucho la pena.

17 febrero 2009

España, insostenible.

Las ciudades españolas viven por encima de sus posibilidades ecológicas: consumen más recursos de los que puede generar.

Si un ciudadano gastara cada año 100 veces más de lo que gana cualquiera pensaría que está claramente destinado a estrellarse. Nadie puede mantener ese ritmo de vida indefinidamente sin verse abocado al fracaso. Y, sin embargo, algo parecido es lo que hacemos como sociedad: vivir muy por encima de nuestras posibilidades.

El último informe del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE) señala que la mayoría de las capitales consume más recursos y genera más residuos de los asumibles por su provincia. La mayoría de las grandes ciudades españolas supera la biocapacidad disponible en sus territorios circundantes, lo que significa que sus ciudadanos consumen más recursos y generan más residuos de los que su provincia es capaz de asumir. Ejemplos: Bilbao necesitaría 100 veces su territorio municipal para satisfacer sus necesidades; Barcelona requeriría un territorio 83 veces mayor que el de su término si quisiera ser autosuficiente. Son dos de las ciudades récord en insostenibilidad.

En el extremo opuesto, Teruel, que 'sólo' necesita 5 veces más que su propio término municipal, o Badajoz, que requiere un territorio 2,19 veces mayor del que le corresponde. En todo caso, tanto los 100 de Bilbao como los 2,19 de Badajoz están por encima de lo requerido, que no debería ser mayor que 1.

Estos cálculos tienen que ver con lo que se llama huella ecológica, un indicador que se obtiene relacionando lo que se consume y lo que se ensucia con el territorio del que se dispone para hacerlo. Esa división debería dar un resultado de 1 para que las cosas fueran equilibradas. Sin embargo, la media mundial está en 1,8 y en el caso de España, se queda en 2,6, lo que quiere decir que nuestro país necesita casi 'tres países' como él para mantenerse en pie.

Observatorio de la Sostenibilidad en España

El informe titulado 'Sostenibilidad Local, una aproximación urbana y rural' fue presentado ayer por el director del OSE, Luis Jiménez Herrero, en presencia de la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa.

El estudio viene a analizar algo así como el 'metabolismo' de nuestra civilización. Como cualquier cuerpo, consumimos recursos -como el agua, la energía, el suelo y los alimentos- y generamos residuos, que necesitan un lugar donde depositarse. Y nuestro metabolismo social está claramente por las nubes.

El estudio destaca que todas las ciudades precisan de más territorio del que ocupan, destacando casos como Madrid y Barcelona, Bilbao, Cádiz, Pamplona, Santander o La Coruña. Por el contrario, las ciudades con mejor huella ecológica son Cáceres, Cuenca, Badajoz, Albacete, Córdoba, Jaén y Teruel.

El documento señala también que la huella ecológica del español medio se situó en 2005 en 6,4% hectáreas globales de territorio productivo anuales, lo que indica que como media, cada español necesita ese área territorial al año para satisfacer sus consumos y absorber sus residuos. Del total, el 67,61% corresponde a los consumos energéticos; el 15,7% a la agricultura, el 5,6% a la ganadería y el 5,4% a la pesca.

El informe tiene el objetivo de mostrar las disfuncionalidades que se dan en España entre los entornos urbanos y las áreas rurales. Así, mientras los grandes núcleos habitados son un gran sumidero de población y de recursos, la mayor parte del territorio es un vacío. Las áreas rurales en España ocupan el 90% del territorio, pero en ellas sólo vive el 20% de la población y la huella ecológica es equiparable.

Equilibrar esas tensiones territoriales y potenciar un desarrollo armónico de todos los territorios es un de los objetivos que el análisis de la situación puede ayudar a conseguir, señalaron los autores del informe del OSE.


Fuente: El Mundo.es

Un día de estreno


Son las cuatro de la tarde. Termino de decirle una broma a Carlos y me desconecto del messenger. Me dispongo a salir con la bicicleta. Ya hace unos nueve meses que no la cojo y dos meses sin estrenar mi nueva bici. Lo tengo todo preparado, creo. Así que me pongo el jersey nuevo que compré en Sevilla para salir a correr y como mi peso indica no estrené tampoco y el casco. Todo listo. Me meto en el ascensor, salgo al patio y tras varias explicaciones a profesores y sonrisas de unos cuantos niños demasiado graciosos salgo a la plaza. Ánimo, me digo, en menos de media hora ha salido ya de la ciudad.

Pienso en ello mientras saludo al mendigo de la parroquía que eligió esa vida con un drama a la espalda y que tan bueno es con mis hermanos cuando los ve. Durante el resto del trayecto hasta salir de la ciudad me encuentro con inmigrantes varios en bici, no tan inmigrantes crecientes en número con bici por esto de la crisis, creo, y unos cuantos estúpidos que te miran con mala cara por ir por la acera y no querer arriesgarte a que en una carretera de dos carriles algún coche te pueda abrir la cabeza. Por fin, salgo a la carretera que va a Santo Ángel y pienso en si después de tanto tiempo estaré en forma como para aguantar del tirón toda la subida al valle; seguro que sí, me animo. Siempre me queda la táctica perro: el molinillo. Aunque yo soy totalmente contrario a ella. Si pones el plato y piñón pequeños puede que sea más fácil subir pero el número de pedaladas que hay que dar es tan elevado que o tienes un zeppelin por pulmón o te asfixias a la mitad... Ya veremos.

Ya he llegado a Santo Ángel. Y como buen humano que soy caigo en la misma costumbre estúpida que es subir para luego bajar al llegar al tramo sin salida dónde sólo es posible subir por unas escaleras. Mierda, nueve meses... Por lo menos siempre me queda el admirar las grandes casas que hay. Vale, sí, son unos ricachones y bla bla bla, pero yo quisiera una de esas. Y me doy cuenta de que no he parado de tararear la canción de Aidan Moffat and the Best -Ofs- Big Blonde. Siempre me anima:



Por fin llego a la subida. No es una gran subida, ni es muy empinada ni tiene repechos... Pero es larga. Y yo muy bruto. No cambio al plato de montaña, dejo el de llano, y mantengo el piñón 3. Con dos cojones, que no se diga, Paco. Y comienzo la subida... Al principio me cuesta, como siempre, contraigo la cara, me concentro en la respiración y cojo el ritmo. Todo es respirar correctamente y no ir a trompicones, una vez entiendes esto puedes recorrer cualquier distancia que se te interponga, aunque claro, en este desnivel, porque subiendo la Cresta del Gallo otro gallo cantaría. Redundancias aparte, me doy cuenta de que a cincuenta metros viene otro ciclista. No me va a coger, me encuentro bien. Y sigo pedaleando, con la misma respiración. Llego a ese antaño maravilloso edificio que cierto alcalde socialista tuvo la gran idea de donar a familias gitanas y que ahora no es más que un cascarón en ruina de una historia que ya nadie conocerá. Y miro a mi espalda: ni un metro me ha recortado. El repecho final... Y llegué. No estoy tan mal como creía. Lo he subido del tirón y con plato llano y piñón 3. Dentro de un mes lo intentaré con el 4.

Me siento en el muro de piedras que hay en la bajada a las barbacoas. Me quito el casco y bebo agua de uno de los bidones. Y miro hacia la carretera a esperar a mi autoproclamado adversario. Y... ¡Enhorabuena, has sido capaz de derrotar a un viejo de sesenta años! Me da a mí que debo darle más guerra a mi bicicleta nueva...

Un homenage al dios negro por Jacques Fuentealba


¿Sabía realmente lo que hacía?
Para empezar, no debería estar ahí... Si los otros se daban cuenta...
En cualquier caso, sus pulsiones sombrías le hicieron bajar. Ahora tenía que asumir la inconsecuencia de este acto y acabar aquello por lo que vino.
El vaso en su mano, hundía la mirada en el líquido negro. Y Sócrates bebió alentadamente la cicuta. ¿Y él? ¿Estaba listo para morir? Iba a jugarse la vida, la muerte al beber su ponzoña... Se aproximó a la basura... Los otros no se planteaban ese tipo de preguntas filosóficas: bebían, punto
final. El peso de la costumbre. “¡Deja de racionalizar así!”, le había dicho uno, incluso. No se daban cuenta. Necesitaban esa droga para aguantar, una ponzoña lenta que condensaba la fuerza de sus víctimas y hacía hervir la sangre, para encenderla mejor.
Otros vasos yacían, vacíos, en la basura.
¿Cómo podían seguir así las cosas? ¿Qué hacía el Estado? Suicidios anodinos se perpetraban cada día sin que las autoridades hicieran nada. Si era el único... ¡Pero no! Eran tantos, los que quemaban su vida, los que abrasaban sus nervios para ganar en velocidad, en viveza, para sentirse vivir... Mientras, la muerte esperaba en la sombra que el líquido letal actuara por completo. Nada, no hacia nada, por supuesto, no existían medios para combatir al dios negro cuando todos lo reclamaban... El gobierno se remitía a la fuerza de la mayoría, a la voz del pueblo. Siempre el viejo principio: pan y circo. Y un opio tan barato...
La fatalidad había impuesto su tácita ley. El dios negro reinaba y nadie ni siquiera pensaba en alzarse en contra de su sangre pútrida que confería fuerza... y muerte.
Sin saber realmente por qué, pensó un rato en Romeo y Julieta en su cripta, luchando contra la virulenta ponzoña que les llevaba y los abrazaba en un último beso mortal. Y en Lucrecia Borgia, que tantas ofrendas hizo a la segadora.
Luego observo el tótem del dios negro, que cada edificio —público o privado— debía tener. Este árbol de frutos prohibidos: líquidas orquídeas quemando las gargantas y carcomiendo sus entrañas; cenizas negras convertidas en lágrimas de los más sombríos nubarrones, como el pecado que uno no podía dejar de beber sabiendo que iba a calentar el corazón por un breve momento, antes de los inevitables remordimientos, el agua de una lluvia nocturna que, al llenar su copa, creaba infinitas y ciegas profundidades. Algunos sin embargo imaginaban ver el porvenir en aquellas insondables tinieblas.
“La muerte para todos... Ya es el único futuro que se puede leer”, pensó.
Bebió un trago, lentamente, para saborear el gusto de la ponzoña, sentir su energía embriagarle un instante y sacarle un instante de su vida a cambio, disimuladamente.
Sus ojos erraron por el hall casi desierto. Nadie parecía preocuparse por su suicidio a fuego lento.
Luego pasos decididos y rápidos resonaron en el hall.
Era su superiora. Una expresión al principio sorprendida tomó forma en su cara, pero en seguida plasmó en sus rasgos una máscara severa. Él no debía estar aquí. Ella, en cambio, venía cuanto antes para rendir homenaje al dios negro, sin tener que dar cuenta a nadie.
“Lo necesito para aguantar”, decía ella como para disculparse, “si no me hundo”.
Se dirigió recto hacia el tótem, pero como él se encontraba justo delante y no parecía querer moverse, lo rodeó para hacerle comprender que su presencia le molestaba.
Él quedó ahí, inmóvil como una piedra, mirando el fondo de su vaso medio vacío, vacilando.
La impaciencia era sumamente visible en los rasgos de su superiora. Esperó a que el tótem quisiera tenderle uno de sus frutos podridos, licuefactos, y lo tomó con delicadeza de entre sus dedos barnizados.
Estuvo a punto de hablar, abrió la boca para respirar, iba a empezar… Y nada salió. Había tomado conciencia de una verdad absoluta, pero ¿para qué tratar de explicarle? Los ojos de su superiora hablaban sobradamente de su adicción a la ponzoña. No podría comprender el alcance de sus revelaciones...
Era lo mismo para lo fieles del otro culto, que estaban dispuesto a bajar veinte pisos para encender, como unos cirios mortuorios, sus palitos de cáncer en el exiguo y ahumado templo que se les había reservado.
¿Qué podía decir? ¿Cómo alzarse en contra de eso?
Se dirigió hacia la basura y echó su vaso medio vacío. El gusto amargo a muerte llenaba todavía su paladar.
Su superiora lo miró de arriba abajo con un aire casi agresivo, como si hubiera blasfemado. Una verdadera incredulidad se adivinaba detrás de su nerviosismo y de su antipatía.
—¡De verdad, o no te entiendo o eres un vago! Te tomas un descanso así sin pedir permiso y, además, ¿tiras tu café?

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16 febrero 2009

Hay momentos en los que Sevilla se hace grande...


Todo

Recién descubierto mi nuevo punto de vista, respiro tranquila. Sensación efímera seguramente, pero no por ello menos importante. Este fin de semena me ha regalado mucho oxígeno y mucho placer. Dos sustancias creo que indispensables para una existencia mentalmente saludable. La vida me canta un Single Ladies de Beyoncé y yo le respondo bailando. Hay una vocecilla que me grita: ya era hora. Pero las temporadas son así de caprichosas. Y como no se cuánto tiempo durará esta maravillosa plenitud, no pienso malgastar mis segundos buscando puntillas. Al fin y al cabo, puedo ser lo que quiera. Poeta y payaso, león y cordero. Todo tiene cabida cuando entiendes que a veces para tenerlo todo, no es necesario tenerlo todo.


15 febrero 2009

Dubai: falta liquidez, se apaga el esplendor

Que está pasando algo en Dubai se descubre con mirar a los ojos a Michael. La mirada de este agente, embutido en un traje azul con corbata roja, es nerviosa y escurridiza. "No debería decirlo porque yo sólo soy un agente -susurra el muchacho bajo el tórrido sol de la tarde-, pero entre nosotros hablamos de ello y estos días, precisamente, no somos capaces de entender qué es lo que está pasando. Tenemos miedo a que explote la burbuja inmobiliaria y que los precios de las viviendas, infladas por la especulación, se desinflen como un globo pinchado. Y si pasa eso, adiós al sueldo. Nos tendremos que ir todos a casa".

Michael observa, pensativo, la bandera blanca y negra de la agencia que le dio trabajo desde que llegó de Gran Bretaña. Una bandera más entre otras muchas que hay en el barrio de Deira, cerca de la sede del National Bank of Dubai. Y, tras un minuto de silencio, repite: "Algo se está cociendo".

Es muy probable que, en las estancias doradas de su residencia, también "Su Alteza el Jeque Mohammad Bin Rashid Al Maktoum, Vicepresidente y Primer Ministro de los Emiratos Árabes Unidos y Gobernador de Dubai", como se le denomina todos los días -siempre en mayúsculas y con la foto oficial al lado- en las portadas de los periódicos, se esté preguntando también qué es lo que le está pasando a su país.

Pero dando una vuelta por el Dubai International Financial Center -zona franca en pleno centro de la ciudad, una especie de gran Wall Street árabe, donde, como en un zoco de lujo, las oficinas se mezclan con los restaurantes, tiendas de ropa, cafeterías y joyerías, y que ha convertido a Dubai en la encrucijada de las finanzas del Oriente Medio- uno se da cuenta de que la misma pregunta se la están haciendo los banqueros extranjeros, los analistas y los empleados de las empresas financieras que pueblan este enorme complejo que sigue creciendo. Se lo preguntan y no saben darse una respuesta.

¿Qué está pasando en Dubai? El grano de arena en el mecanismo perfecto ideado por Su Alteza Mohammad se llama "crisis de liquidez". Y más que un grano, es una enorme duna que desde EEUU avanza hacia Europa y ha llegado hasta aquí, donde el desierto nunca ha creado problemas.

El último lugar del mundo

Y eso que, viendo el río de dinero que corre por la Ciudad-Estado, las grandes infraestructuras en las que se trabaja noche y día, los lujosos centros comerciales, los bancos, los rascacielos, los hoteles, el tráfico caótico y alocado o los precios que siguen subiendo, éste parece el último lugar del mundo donde pueda escasear el dinero. Y, sin embargo, eso es lo que está pasando estos días y en este mismo momento.

El Banco Central de los Emiratos tuvo que proporcionar liquidez a los bancos por valor de 14.000 millones de euros y poner a su disposición líneas de crédito por valor de otros 10.000 millones, al mismo tiempo que garantizaba los depósitos. Si a eso añadimos, la situación de la Bolsa, que ha perdido el 45% desde comienzos de año, está claro que el sistema manda preocupantes avisos de socorro.

Y los avisos son muchos y proceden de todas partes. Como el que cuenta el manager de una empresa italiana del sector petrolífero: "Nada de nuevos préstamos. Los bancos están recorriendo las empresas a las que financiaron y les están diciendo que restituyan los fondos que todavía no hayan gastado y que no les harán pagar los intereses que les deben hasta hoy. ¿Cómo se denomina esto?".

Incluso dos colosos, como Amlak y Tamwell, dos bancos especializados en el crédito inmobiliario y que por sí solos controlan el 63% del mercado en los Emiratos, anunciaron una fusión de 1.255 millones de dólares para superar el actual momento de dificultades y, ahora, están en negociaciones con el Gobierno para pedirle una mayor liquidez.

A continuación llegó, como una pedrada, el aviso de Kaled Al Kadma, director general del Dubai Islamic Bank: "Los días del dinero a buen precio han terminado. Hay que prepararse a pagar mucho más por él. El Estado sufrirá y los grandes proyectos habrá que revisarlos".

Fue como una bomba. Porque el Dubai Islamic Bank es uno de los mayores financiadores de los grandes contratistas. De ahí que, al hundimiento de las bolsas que erosionó los ahorros, depreciando los valores de bancos y sociedades inmobiliarias, se haya añadido la crisis de confianza por la recesión mundial que está a las puertas. Mezclados, estos ingredientes forman un piélago en el que podría sumergirse el milagro de Dubai.

El último episodio de esta crisis, quizás el más peligroso, amenaza al propio Estado. Cinco años de crecimiento desenfrenado del mercado de la construcción han convertido a Dubai en el lugar al que afluyeron capitales de todo el mundo en busca de una alta remuneración.

8 millones por 200 metros

Y el desarrollo continúa, a juzgar por la cantidad de anuncios publicados en los periódicos: ocho millones de euros por un apartamento de cuatro habitaciones y una terraza de 200 metros cuadrados en Burj Dubai, el rascacielos más alto del mundo, mientras en el Business Bay, un edificio en construcción cercano al puerto, una oficina se vende por unos 7.000 o 8.000 euros el metro cuadrado.

En los últimos meses, el incremento de los precios de los inmuebles comerciales rozó el 40%, con un rendimiento anual de entre el 15 y el 20%, frente al del 10-12 por ciento de las viviendas. ¿Pero cómo puede seguir digiriendo Dubai este ritmo?

Según un análisis de la Colliers International, el Emirato está construyendo la misma cantidad de oficinas que Shangai y Moscú. Con la diferencia de que, en la metrópoli china viven 20 millones de habitantes y en la capital rusa, más de diez. En Dubai, los residentes son 1,6 millones, aunque el Gobierno cuenta con incrementarlos hasta los 2,2 de aquí al 2010. Por lo tanto, ¿quién utiliza tantas oficinas?

El Dubai International Financial Center está lleno de oficinas compradas ya antes de su construcción, pero que hoy permanecen todavía vacías. En la Palm Jumeirah, la futurista isla en forma de palmera, los chalets están todos vacíos. Ya comprados, pero vacíos. ¿Por qué? "Pertenecen a árabes que invirtieron aquí una pequeña parte de su dinero y que sólo pueden vivir en sus villas una o dos veces al año", explica un agente inmobiliario europeo que vive en Dubai.

Y añade: "Están, también, los iraníes y los rusos, que llegan y compran cualquier cosa, una villa o una urbanización entera, fiándose sólo de los planos. No importa lo que compran. Pagan y ya está. Y, a veces, en dinero contante y sonante. Hasta hace dos años, aquí el mercado inmobiliario era una jungla".

La apertura puesta en marcha por el jeque de Dubai atrajo también capitales de dudosa procedencia. Los informes del Banco Mundial y de la UNODC, la Agencia de la ONU Contra la Droga y el Crimen, hablan del Emirato como un centro de referencia del reciclaje de dinero negro del tráfico de drogas de Afganistán. Incluso los narcos turcos estarían depositando sus dineros en los bancos del país.

La llegada masiva de dinero propulsó la carrera a la apertura de negocios de lujo, hoteles, atracciones para los turistas y los inversores. Con poco petróleo, un recurso que representa sólo el 6% de su PIB, el jeque de Dubai decidió abrir el Emirato a las empresas extranjeras, que pueblan por miles zonas donde no se pagan tasas y desde las que se pueden transferir capitales al exterior. Esa política atrajo a empresas financieras de todo el mundo y a turistas, a muchos turistas.

Pero fue el mercado inmobiliario el que registró el boom más tremendo. Un mercado inflado incluso por el flipping, el paso de mano en mano de carteras completas, de rascacielos o de centros comerciales, vendidos una, dos o tres veces antes de ser construidos y revaluados en cada una de esas ocasiones. Tanto que Marwan bin Ghalita, consejero delegado del Drera, la autoridad que controla el mercado inmobiliario, anunció recientemente una aceleración del proyecto de regulación del flipping, "para poner coto a la especulación", dijo, a pesar de la ralentización del mercado.

Pero la primera y clara señal de que la marca Dubai se está apagando llegó de Moody's. En un informe, con un título elocuente, Desmitificando a Dubai, la empresa de rating lanzó la voz de alarma: la crisis internacional podría transformar a Dubai en un país vulnerable, quizás el más vulnerable de todos los Estados del Golfo.

La deuda reconocida por el Emirato (excluyendo la de los bancos) es de 40.000 millones de euros, es decir el 103% del PIB de 2006 (36.000 millones de euros), pero podría ser mucho mayor dada la opacidad de las finanzas en el país. El formidable crecimiento de los últimos años se produjo apoyándose en la deuda y Moody's estima que la utilización del leverage seguirá creciendo en los próximos cinco años, para sostener las inversiones destinadas al plan estratégico elaborado por el jeque hasta el 2015.

"El perfil del riesgo del crédito de Dubai se encuentra probablemente en sus máximas cuotas -sentencia Philipp Lotter, senior vicepresidente de Moody's en el Emirato y autor del informe-. El escenario ha cambiado: la dependencia de los capitales extranjeros fue una gran ventaja para Dubai, pero ahora corre el riesgo de que deje de serlo. Hay empresas demasiado endeudadas que necesitarán refinanciarse en los próximos seis meses". De esta forma y por vez primera, el término default emerge por entre los rascacielos de la ciudad del milagro. ¡Casi una afrenta para Dubai! "En caso de problemas, estamos seguros de que Abu Dhabi intervendría", asegura, tajante, Lotter.

Su Alteza el Jeque Mohammad Bin Rashid Al Maktoum, vicepresidente y primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos y Gobernador de Dubai, podría, pues, encontrarse en la embarazosa situación de tener que pedir ayuda a Su Alteza el Jeque Khalifa bin Sultan Al Nahvan, presidente de los Emiratos Árabes Unidos y Gobernador de Abu Dhabi Investment Authority, el fondo soberano más potente del mundo con activos valorados en unos 687.000 millones de euros. Con el rascacielos más alto del mundo, su proyecto de mayor aeropuerto de la tierra, su posicionamiento como centro de las finanzas internacionales, la estrella de Dubai brilló, hasta ahora, mucho más que la de suvecino. Pero podría haber llegado la revancha para Su Alteza Khalifa Bin Sultan Al Nahvan.


Fuente: El economista.es

13 febrero 2009

Vistabella, mi barrio en Wikipedia ^^.

Vistabella es un barrio de la ciudad de Murcia. Está situado en la orilla norte del río Segura. También colinda con los barrios del Polígono de la Paz y la Fama.
Este barrio, fundado en 1950, tuvo el innovador diseño de Ciudad Jardín. Fue construido a las afueras de la ciudad en aquellos momentos, y fue destinado a ex militares y viudas de guerra. Actualmente es un barrio céntrico de la ciudad de Murcia y, a pesar de ello, la tranquilidad es su principal característica.
Sus calles aún conservan los nombres que se les puso durante el régimen franquista, la mayoría de ellos nombres de oficiales del bando nacional (como es el caso de "Capitán Balaca"). Estas placas son habitualmente manchadas con pintura roja por parte de desconocidos, en señal de protesta. La presencia de estas placas podría verse afectada por la Ley de Memoria Histórica.
Se trata de un barrio con un encanto especial, hasta el punto de parecer un pequeño pueblo en el interior de una gran ciudad como Murcia. Cuenta con numerosas ventajas: plazas de aparcamiento gratuitas, lugares para pasear y estar con los vecinos, espacios libres para los niños, estética uniforme, etc. Asimismo, se podría decir que presenta también incomodidades, como es la antigüedad de las casas (falta de ascensores, etc.).
En el barrio hay manzanas de edificios de hasta 4 plantas, y zonas de viviendas tipo dúplex.
El epicentro del barrio es la zona de la Iglesia y la plaza peatonal conocida como "Plaza de los patos", debido al estanque en que antiguamente había alguna de estas aves.
Entre los servicios que se pueden encontrar en el barrio o inmediaciones, destacan el mercado de abastos (cercano al polígono de La Paz), el colegio de primaria José Antonio, el Hospital Reina Sofía, y numerosos bares (El Jumillano, Churrería Vistabella, etc.) y comercios. Se encuentra en un sitio estratégico culturalmente, ya que junto a este barrio se encuentra el Auditorio Victor Villegas.
En lo referente a las comunicaciones, numerosos autobuses pasan por el propio barrio o las inmediaciones, siendo las líneas más importantes la 2 y la 8. Por carretera, se accede desde la Ronda de Garay, Avenida Primero de Mayo o la Avenida de la Fama, estando muy cercano el comienzo de la Ronda Sur. Desde el barrio hay tres puentes hacia la otra orilla del río, uno de ellos peatonal. Éste último fue diseñado por el famoso arquitecto Santiago Calatrava, y ha suscitado algunas críticas entre los vecinos, debido a la ruptura de las losas que conforman el suelo y la peligrosidad que ello conlleva, además de los freceuntes resbalones que se producen cada vez que llueve, lo cual le confiere una cierta peligrosidad.
En la cercana Avenida de la Fama se realiza el tradicional mercado cada jueves, invadiendo alguna de las calles del barrio.

Pd: Esto es para callar alguna bocas que lo critican..

Fuente: Wikipedia

Más música (de mi mano ^^)

Buenas gente
Heme aquí metido entre las páginas de un asqueroso libro de FOL (formación y orientación laboral, jamás veréis parida más grande...), y como no consigo concentrarme en la mierda de teoría de los convenios colectivos ni de las negociaciones colectivas he decidido pasarme y subir algo de música xD
Y oh! suerte para vuestros oidos, esta tarde he conseguido por fin la discografía de tommy february6!!!!
Por poneros en contexto os diré que la conocí gracias a la banda sonora de un anime, Paradise Kiss más concretamente (si tenéis ocasión de verlo hacedlo, muy muy recomendado) y ahora que tengo todos sus discos me gusta aún más su música
Más de uno pasará como de la mier... por el simple hecho de que sea j-pop, pero bueh, al que le guste que lo escuche y al que no pues que oiga lo que le venga en gana ^^ (que para gustos colores)

Tommy February6 - lonely in gorgeous
version Paradise Kiss opening
(al ser el opening del anime antes mencionado esta versión está cortada, debajo tenéis la versión larga pero sin el video de la serie)


Tommy February6 - lonely in gorgeous
(versión completa)


Tommy February6 - kiss one more time



Tommy Heavenly6 - about u

Tommy Heavenly6 - ABOUT U - A funny movie is a click away


Tommy February6 - wait til i can dream

Tommy Heavenly 6 - Wait 'til I Can Dream - The funniest bloopers are right here


Tommy February6 - strawberry cream soda pop

Tommy February6 - Strawberry Cream Soda Pop - Awesome video clips here

Tommy Heavenly6 - i´m gonna scream

Tommy Heavenly6 - I'm Gonna SCREAM - The funniest home videos are here


Que no os extrañe que en algunos videos se llame Tommy February y en otros Tommy Heavenly, la chiquilla se llama en realidad Tomoko Kawase, pero usa varios nombres artísticos ( quizás como february sea más popi-electronica y como heavenly más pop-rock americano pero en japonés....pero es sólo una opinión jeje)
Antes estaba en un grupo llamado the brilliant green, si consigo encontrar algo de ellos os lo haré saber xD.
En fins, canta bien, es guapa y algo rarilla...¿que más se puede pedir? n_n

12 febrero 2009

Lo que sale en las películas americanas no es mentira.........

Feni, para que te entretengas: Don Vicente y su fiel Lucero (II)

II

Durante las posteriores semanas, me interesé cada vez más por nuestro protagonista y su afamado perro puesto que no aparecían por ningún lugar y quería devolverle la pulsera como cualquier buen vecino. La primera entrevista para recabar información tuvo lugar cuatro sábados después de aquel encuentro y la entrevistada fue la señora Angelines, la vecina de mi abuela que pesaba unos ciento cincuenta kilos y que se pasaba doce horas al día sentada en una silla que parecía a punto de reventar y, sin embargo, era la misma desde que yo tuviera uso de razón. Mi abuelo decía que un día de estos se moriría, que no era normal que una bolla anclada a la puerta de su casa pudiera seguir viva mucho más tiempo ya con setenta años.

- Buenos días, doña Angelines, ¿cómo está usted hoy?
- Ay, niño, pues como siempre. Me duelen las piernas por el frio… en cuanto cambie el tiempo seguro que me encontraré mejor.

Debo hacer un breve inciso para mencionar que la señora Angelines nunca achacaba sus múltiples malestares a su sobrepeso. Si sufría dolor de huesos era por el tiempo, al igual que si se caía de culo al subir las escaleras sin apenas oxígeno era por lo empinada que la había construido su marido.

- Ya veo. Espero que cambie y usted se mejore, señora.
- Gracias, niño. ¿Qué? ¿Paseando?
- Pues si le puedo ser sincero, lo que quería era hablar con usted.
- Oh, ¿y qué puedo hacer por ti chiquillo?
- Pues verá… aunque le pueda parecer extraño… ¿qué sabe de don Vicente?
- No está bien que sea morboso un niño de tu edad pero se ahorcó en el gallinero que tenía detrás de la casa porque tenía un lio con el director del colegio…
- Ejem, perdone, pero quería decir el mendigo, don Vicente.
- ¿El muerdepuré?
- ¿Cómo? Don Vicente es el mendigo que siempre está por la plazoleta, el Paraíso… Ese que no tiene dientes incisivos.
- Pues eso, niño, ¿estás tonto? El muerdepuré. De toda la vida de Dios se le ha llamado así. Con esa dentadura poco más podrá comer el pobre.
- Ah, jeje, bueno, y ¿qué sabe de su vida?
- No, demasiado, la verdad. Bueno, se rumorea que luchó en la guerra y se quedó loco y que por eso vagabundea, pero yo creo que debe haber algo más. ¿Nunca te has preguntado de dónde saca la comida? Porque pedir no pide y yo no le he visto nunca en un comedor de esos del cura… - Es curioso que una persona que no se mueve de la puerta de su casa use verbos como “ver”. Alcalá de Guadaira, en el fondo, es un pueblo muy pequeño…
- Pues no lo sé… ¿y qué cree entonces que ocurre?
- Yo creo que ese Lucero suyo le sirve para cazar conejos por el bosque y seguro que tendrá una caña improvisada para pescar algo en el rio Guadaira…

En ese justo momento llegó cargado de bolsas don Pedro, el marido de Angelines, que como buen antagonista no pasaría de los sesenta kilos. Tenía dos años menos que su mujer y parecía que un cáncer lo devorara por dentro desde hacía diez. Las malas lenguas decían que sólo comía los mendrugos de pan que ella le dejaba, aunque yo creo que también pillaba algunos picos.

- Hola, don Pedro, espere que le ayudo.
- No, no, hijo, no hace falta. ¿Pedro, coño, vas a dejar que un niño te ayude? ¡Vaya alfeñique de marido me busqué! Ya lo decía mi hermana, cásate con el primo Juan que aunque sea tu primo es médico y maldita sea yo por no haberle hecho caso. ¡Con lo hermosa que yo estaba!
- ¡Calla, mujer! Tu hermana se murió con treinta gatos en casa sin haber tenido novio en su vida y yo fui el único que se fijó en la gorda del pueblo así que deberías estarme agradecida… - En ese punto doña Angelines decidió que aunque ella pudiera hacerlo no estaba bien que ante un vecino se dijeran tales buenas palabras, así que le propinó un buen guantazo en la cara. Otra cosa que se debe saber de esta fructuosa pareja es que es de esas pocas en que la mujer pega al hombre y no precisamente con cariño. Lo que nunca se supo es porque don Pedro no esquivaba los guantazos. Ella no iba a salir corriendo tras él, eso era seguro… y si no siempre le quedaba la opción de subir las escaleras. Pero no, siempre aguantaba una tras otra. Era todo corazón… o todo imbecilidad, según se mire.
- No pasa nada, de verdad.
- Deja, niño, ya las llevo yo que si no esta víbora no me va a dejar en paz en todo el día.
- ¿Víbora? Ya hablaremos tú y yo cuando el niño se haya ido…
- Bueno y… ¿sabe algo más?
- No, niño, no, pero ¿por qué tanta curiosidad por el muerdepuré?
- Pues… pues… quiero hacer un reportaje fotográfico de la vida de un mendigo.
- Ya veo… y te has cogido al más feo para que dé más pena en las fotos, ¿no?
- Ejem, sí, usted lo ha dicho.
- ¿He oído bien? Don Vicente y yo íbamos juntos al colegio… - dijo don Pedro tras volver de la cocina.
- ¿Qué tú qué? ¿Y cómo es que yo no sé eso?
- ¿Es que tengo que contártelo todo, mujer? En fin… verás estudiamos juntos en el colegio hasta que a los dieciocho se marchó a la universidad. Apareció como lo conoces ahora hace veinticinco años. La última vez que lo había visto fue cuanndo se marchó a la universidad y su aspecto te puedo asegurar que era muy diferente. Recuerdo que era envidiado por todos por ser el único que se marchaba, aunque también era el único de una familia rica. Sus padres habían sido los dueños de la antigua fábrica de aceitunas. Esa que está abandonada bajo el castillo.
- Bueno, eso descarta lo de la guerra civil – pensé en voz alta.
- Sí, eso es una patraña de esas que se inventan las marujas como mi mujer…
- ¿Maruja yo?
- ¡Calla, mujer!
- Bueno, será mejor que me vaya. Ya es hora de comer y a mi abuela no le gusta que me retrase.
- Sí, llevas razón, niño. Pero dile de mi parte a tu abuela que nos mande cuando subas para tu casa un platito con esas croquetas tan ricas que hace, ¿se lo dirás?
- Sí, sí, no se preocupe. Y gracias por la información.
- A mandar. Tú, cerdo, hazme de comer…

Durante el resto del día estuve buscando sin fruto alguno a don Vicente. Tampoco apareció Lucero en una de sus fugaces apariciones donjuanescas. A la mañana siguiente iría a ver al hijo del alcalde, Pepe, que jugaba en las pistas del instituto Cristóbal de Monroy al futbol o andaba por los parques cercanos buscando algún perro o gato al que joder hasta el alma sin ningún remordimiento.

España 2 - Inglaterra 0 en imágenes

Ojalá aparezca Marta ya...


...un buen futuro para la defensa española.

Calamity James haciendo de las suyas...

Illa, illa, illa... ¡¡¡Villa maravilla!!!

Buena defensa...

Gol de cabeza a balón parado no es marca única de Inglaterra... ¡¡¡Gran Llorente!!!


Pero lo mejor sin duda la afición... ¡¡¡Oooooolé, oooooolé, oooooolé!!!


Ala, inglesitos, a soñar con la reina Victoria, que es la única que vais a ver por un tiempo XD



11 febrero 2009

Madre mía la que se ha liado XD


Si en el buscador de google imágenes se escribe Adriana Lima, una de esas modelos de lencería, en cuarto lugar aparece una entrada de este blog, no es coña... Pinchad aquí

Pero leed los comentarios... no tienen desperdicio!!! Troles, mejicanos, gente indignada, etc... jejejejeje Chapoteros globalizado!!! Parecemos un blog de pajilleros XD

¿Qué harías? por Engelke



Impresionante...

Insomne

Siempre hay fisuras creciendo a escondidas.
Fabricando tristeza, dolor, pesar y rabia.
Había dormido bien y me levanté con ánimo.
Pero va el mundo y otra vez me decepciona.
Ha resultado ser un día demasiado realista.
Ni un solo detalle, sólo palabras típicas.
Estoy agotada de escuchar y de escucharme.
Necesito no tener la necesidad de escribir.
Pero no dejan de fluirme frases taciturnas.
Arrastro mi pequeña angustia a todas horas.
Una calamidad sin denominación, sin rumbo.
Tan absurdo todo que hasta siento náuseas.
Serán las consecuencias de dar tantas vueltas.
Quiero volver a escaparme de mi alrededor.
Dejarme de tonterías, negarme los suspiros.
Controlar la situación para poder relajarme.
Pese a todo... y sin lugar a cualquier duda,
lo que más me jode de todo este dramatismo
es tener taaanto sueño y no poder dormirme.


Maldito cerebro, corazón, alma o lo que sea.

Don Vicente y su fiel Lucero (I)


Don Vicente tenía una edad indeterminada. Los sabios del lugar decían que rondaba los sesenta años pero incluso alguno se aventuraba a confesar que luchó en la guerra civil. ¿Qué bando? Eso nadie lo sabe o se atreve a decir. Lo cierto es que en el pueblo que lo vio nacer, Alcalá de Guadaira, un pueblecito cercano a Sevilla, que hasta tiene castillo, era un hombre respetado, si no mirado puesto que poca gente se acercaba a él, ya fuese por su mal olor o por su mala estampa. En lo segundo una falta total de incisivos convertía una sonrisa suya en el peor de los augurios que un andaluz se pudiera encontrar por la mañana. No se sabe cuándo ni cómo perdió esos dientes pero curiosamente el alcalde dio cierta comparecencia en el pleno con un brazo en cabestrillo el mismo día en que los vecinos se percataron del cambio bucal de don Vicente. Pensar en cómo pudo acercarse tanto al señor alcalde es todavía una incógnita por desvelar, al igual que el por qué no fuera detenido. Existen varias teorías entre ellas la de un gusto sexual un tanto atípico que podría ser catalogado como una nueva variante de fetichismo, que por aquel entonces era muy extendida entre los chavales del Paraíso, nuestra plaza.

Y es que llegados a este punto les debo comunicar el motivo de narrar la historia de don Vicente. Soy aquel niño que como seguro recordarán hace nueve años desapareció durante días y fue encontrado cuando nadie creía en mi supervivencia. Es decir, don Vicente es mi héroe y no es ni rubio, ni hace pesas, ni tan siquiera se le conoce DNI, aunque mejor no adelantar acontecimientos. Vestía como cualquier hombre de la calle, o sin eufemismo, como cualquier vagabundo. Aunque si he de ser sincero, por aquel entonces este nombre no representaba para mí nada más que el vecino que había muerto ahorcado al enterarse el pueblo de que se beneficiaba al director de un famoso colegio, profesor por cierto de Conocimiento del Medio de uno de sus hijos, y el protagonista de la aclamada, y traducida hasta al gaélico, canción de Vicente:

Vicente mata la gente.
Con un cuchillo
mata los grillos.
Con una pala
mata las vacas
y con un hacha las cucarachas.

Pero me estoy olvidando de un protagonista clave en nuestra historia: Lucero. No hay una gran persona sin un fiel acompañante y como don Vicente daba miedo incluso al resto de mendigos sólo le acompañaba su perro fiel. Lucero era un clásico ejemplar de la gran raza autóctona, el chucho mestizo, altamente valorada y de pedigrí con solera. En una primera impresión para el no entendido en la materia, podría pensarse que su aspecto huesudo corresponde a la ausencia de una dieta equilibrada y falta de vitaminas pero nada más lejos de la realidad. Dicho aspecto es la consecuencia lógica de siglos de evolución en el chucho alcalareño, capaz como ninguno de mimetizarse con el entorno en caso de peligro bajo la apariencia de un perro atropellado en descomposición. ¿Y qué decir de su sistema inmune? Mientras que muchos perros en casas bien amuebladas, con perfecta higiene, morían por un simple resfriado, nuestro chucho tenía tal concentración vírica y bacteriológica que estos virus y bacterias vivían en constante guerra por hacerse con el control mientras a él le dejaban en paz. Todo un avance para la ciencia. Aunque como cualquier gran can tenía sus peculiaridades puesto que aseverar al ciento por ciento su fidelidad era cuanto menos un tanto excesivo. Lucero solía abandonar a su dueño para sus pequeños affaires. Y es que el can de don Vicente era el terror de las perras del lugar, tanto las perras caninas como las adolescentes de alto contenido en tintes capilares y adornos áureos de gran número de quilates, por las que tenía una verdadera predilección, contándose un sinfín de restregones genitales en la gran variedad de pantalones blancos, rosas o rojos de las ornamentadas chicas. No le importaba el color, no era un chucho exigente. Pero lo que hacía rabiar más aún a los frustrados dueños no era cuando cogían a sus perritas sino cuando la mascota en sí era un macho. La mitad de los pastores alemanes y galgos del pueblo habían sido violados consentidamente y la otra mitad sin consentir en algún momento de sus vidas. El frenesí de Lucero no tenía límites y sin saber cómo siempre salía vivo cuando un dueño lo pillaba en el acto. Lo curioso es que querían matar al perro, pero ninguno se preguntaba por qué sus perros se dejaban coger. Reprimidos…

Fue justamente en una ocasión en que Lucero se quedó pegado a una perrita salchicha con toda su, ejem, se lo pueden imaginar, dentro de ella, cuando conocí en persona a don Vicente. Es algo muy normal entre los perros, no se vayan a pensar. A veces eso se cierra y no le da tiempo al perro a poner pies en polvorosa. Puede que sea un mecanismo femenino para evitar el posterior abandono masculino, rasgo que gracias a Dios no compartimos con los canes. El problema de tal desliz es que la perra era mi Cleo, una virgen inmaculada hasta aquel día. Pero hay que decir que don Vicente se portó como todo un caballero. Nada más ver la vil acción, se acercó a la congestionada pareja y sin mediar palabra arremetió a bastonazos, inmisericorde ante los lloros de Lucero, la zona genital hasta que lograra al fin la feliz separación conyugal. ¡Y sin demanda de divorcio ni nada! Aunque supongo que el dolor genital en muchos casos suele ser el mismo. El caso es que Cleo saltó automáticamente a mis brazos y como buen dueño sin dejar de acariciar su lomo me dispuse a pedir explicaciones a mi congénere pero tras ver asomar su hueco bucal replanteé mi decisión. A Cleo se le curaría rápido, pero mi brazo quizá tardaría un poco más. Al cabo de un rato mirando al suelo, me percaté de que ya se había marchado y suspiré aliviado. Giré la cabeza a derecha e izquierda para ver si estaba cerca. Nada, sólo yo y mi perrita Cleo. Al disponerme a llevarla a casa para comprobar si necesitaba una cura pisé algo con el pie derecho. Me agaché y lo recogí. Era como una especie de mini pulsera hecha con cuero marrón y un par de cascabeles tan gastada que tendría una cantidad de años considerable. De nuevo volví a mirar pero don Vicente había desaparecido.

10 febrero 2009

A la gente la cultura se la sopla, y con razón por Quico Alsedo


Es urgente hablar de los Platters.

Como yo. Y basta, al menos por hoy.

Hace décadas que el arte es un puto lío, quién lo niega. Hay que pensar en esto, valorar aquello, meterse en la mollera mil y un ismos, aprenderse nombres checos.

Es completamente absurdo: a la gente de la calle SE LA SOPLA, se la refanfinfla (esta palabra es la hostia). A ellos una cosa o les gusta o no les gusta, pero desde luego no andan por la vida con una calculadora cultural en la mano. Y bien que hacen.

Los culturalismos, ese estúpido juego burgués, son en realidad otra tierna prueba del absurdo humano. Un absurdo infantil, tanto como Bush obligando a los moros a ser demócratas por sus texanos cojones.

Los Platters son como los moros. No, un momento, eso no tiene ni puto sentido.

Ahora sí: los Platters, que prácticamente se terminaron en el 61, representan esa prehistoria pop en que la música era bella o no era.

Y no había que hacer raíces cuadradas, ni vender motos de ruedas igualmente cuadradas, ni vestir a la mona de seda: mona se quedaba. Pero mona mona. Quiero decir que la mona era mona.

Sus canciones, las de los Platters, son como edredones. Te metes dentro, está mullidito y calentito cual seno materno, y te echas ahí un sueñín de tres minutos que sienta como si hubieran sido tres días.

Sus voces son, no sé, algo de llorar, pedacitos de sol. Puro bel canto. Y esos violines cataclísmicos, argh...

Luego el hombre (básicamente el hombre blanco, desde luego no los cinco negratas de los Platters)... Decía que el hombre se puso a pensar que si esto y que si aquello, y la cosa se jodió.

Obviamente, no me creo a pies juntillas todo esto que he escrito. Pero sí al menos en un 70%.

(¿Lo he escrito ya? Como todo ignorante, soy firme partidario del pensamiento débil. A mí Vattimo.)

Sí: a la gente se la sopla la cultura, porque a la cultura se la sopla la gente.

Venga, liquidado ya el post.

Uf, qué chungo es decir algo cuando no tienes NADA que decir.

Beethoven es japonés


Los pájaros!!


ERA UNA TRANKILA MAÑANA DEL MES DE FEBRERO.

ERA LA TRANKILA PLAYA DE LOS NAREJOS, EN MURCIA, EL MAR MENOR.

ERA UN TRANKILO JOVEN QUE SE ACABABA DE DAR UN BAÑO EN AGUA HELADA...



Y ENTONCES LLEGARON ELLOS... Y SE COMIERON SU BOCATA!!!



XS














I'm Too Sexy



Right Said Fred

Hoy es un buen día...
no se por qué...
pero lo siento así...
y mola!! jeje.

09 febrero 2009

Distrito 13 - Ultimatum


Segunda parte de un peliculon Made in Francia que arraso en 2004 y que nada tenia que envidiar a las producciones de accion de Hollywood.
Ansioso de que salga en España (o en internet ^^) os dejo unos trailers de la nueva, si quereis ver trailers de la primera los buscais vosotros xD:



Qué mala es la envidia ¬¬

Putos exámenes ¬¬


Este jueves hay el que previsiblemente será un conciertazo en el auditorio de Murcia. Tocan Herman Düne, un grapazo prolífico en cuanto a discos capaces de editar una decena sin inmutarse en tan solo 8 años... Hacen un folk alegre que te contagia de vitalidad aunque ellos dicen que hacen pop "La gente piensa en Britney Spears, cuando yo me refiero a Drive My Car (The Beatles) o I Want You (Dylan)" (Herman, dixit). Y aquí el menda que estaría encantado de irse de concierto se tiene que quedar en casita programando con papel y boli.





Pd: Si quereis partiros la caja ved este vídeo... la canción es tremenda XD



Hazme el amooooooooooor, tocame un poquito, un poquito el higoooooooooo XDDDDDDDDDDDD

08 febrero 2009

Sugestión

(Pon el vídeo y espera al minuto para leer... o haz lo que quieras)



Suena la banda sonora de “El paciente inglés”, justo en este momento una canción de piano y susurros de mujer. Creo que aunque no hubiera visto la película esta música me entristecería y provocaría melancolía y pesar. Pero es que además he visto la película y las escenas que acuden a mis ojos, pues realmente veo el desierto, la cueva, a Almasy llorar con su amor muerta en los brazos, al avión alejarse hacia las dunas camino de su destino, del comienzo de la película, camino de los “palacios del cielo”, donde los vientos soplan contando historias vividas en sus viajes por el mundo...; como digo esas escenas multiplican el efecto de cada tecla del piano en mi pecho. Cada pulsación que el dedo del pianista ejerce sobre una tecla es como si un fornido obrero golpeara su mazo contra mi pecho, como si fuera un cantero tratando de partir un bloque de duro granito. Con la salvedad de que mi pecho no es de duro granito si no de blandas vísceras. Vísceras que a cada martillazo, a cada sonido del agudo piano, se retuercen, tiemblan, se sacuden, deforman y sobretodo encogen. Se hunden en mi pecho tratando de escapar de los golpes, de los sonidos, de ...


Hoy al levantarme “no me gustaba”. Tras tres días de levantarme agotado físicamente y exultante anímicamente, hoy me he levantado con fortaleza física; y el ánimo del último dodo, el último día que despertó, pensando si ese sería el día de la extinción, o si vería un nuevo amanecer.


Hoy tengo frío. Sí. Justo hoy que brilla el Sol, como no lo ha hecho en los últimos tres días.

Y me sugestiono. Sé que sólo es eso. Sugestión.



Si ayer con lo agotado que estaba, pude sugestionarme para sacar fuerzas de donde no sabía que las hubiera; no entiendo por qué hoy me sugestiono para abrazar la tristeza.


Me debato entre hacer un extremo esfuerzo y desterrar la melancolía o por el contrario tumbarme plácidamente en la cama, levantar la sábana y dejarla entrar, abrazarme, quedarse junto a mí y darme calor. Me gustaría dormir, tal vez soñar. Y si puedo derramar algún río salado quizá.


Hoy tengo frío.

Me sugestiono y me abandono a la cálida autocompasión. No me importa entristecerme hoy, me digo.

Mañana ya lucharé por que al menos el Sol me caliente por dentro...



Completamente estúpido

Se acerca despacio y le besa. Con suavidad y ternura pero buscando algo. No son respuestas, ni preguntas. Sólo busca. De su cuerpo de repente surge un escalofrío que no sabe cómo interpretar. Esta desnuda y hace frío. Sin decir una palabra él coloca su sudadera sobre ella. Trata cada brazo como si fuera de cristal, aparta su pelo con extremado cariño, le mira, sonríe y vuelve a besarla. Ahora ya no busca. Sólo se queda triste y alegre, pensando si le quiere con toda su alma o se odia a sí misma por dudarlo. Él se levanta y ella se queda tumbada, sin aliento. Bajo el calor de una sudadera que lleva años mimándola.

El ser humano se vuelve completamente estúpido cuando no se comprende a sí mismo.


06 febrero 2009

Descanse en paz: John Updike 1932-2009


La piscina huérfana

Los matrimonios, lo mismo que los compuestos químicos, sueltan, al disolverse, cantidades de energías encerradas en su unión. Hay el piano que nadie quiere, el cocker spaniel del que nadie desea cuidar. De repente, estanterías repletas de libros resulta que contienen obras de fechas muy pasadas y que difícilmente serán leídas de nuevo, e incluso resulta difícil determinar quien las leyó por vez primera. ¿Y que hacer con esos viejos esquíes de la buhardilla? ¿O de la casa de muñecas que espera ser reparada en el sótano? El piano esta desafinado y el perro, loco. El verano en que los Turner se divorciaron, la piscina no tenía amo ni dueña, pese a que el sol pegó de firme, día tras día, y en Connecticut se declaró oficialmente la sequía.

Era una piscina joven, de sólo dos años, y de aquella frágil clase construida con una capa de plástico cubriendo un hoyo en el suelo. La parte lateral del jardín de los Turner adquirió aspecto infernal mientras construían la piscina; una excavadora se hundió en el barro y tuvo que ser rescatada por otra. Pero a mitad de verano, el nuevo césped crecía lozano, las losas alrededor de la piscina estaban ya puestas, el plástico azul daba al agua un matiz celeste y era preciso reconocer que los Turner habían dado en el clavo una vez más. Iban siempre un poco adelantados con respecto a sus amigos. Él era un hombre alto, con vello en la espalda, largos brazos, y la nariz aplastada en la práctica de fútbol americano, con la congestiva mirada de quienes tienen demasiada sangre. Ella era una rubia de frágil esqueleto, con secos ojos azules, y labios siempre separados y salidos, como si se dispusiera a formular una pregunta molesta o caprichosa. Nunca parecieron tan felices, y nunca pareció su matrimonio tan sólido y sano como en aquellos dos veranos. La natación les puso la piel morena y el cuerpo flexible y suave. Ted comenzaba el día nadando unos metros, antes de vestirse y tomar el tren, y Linda se pasaba la jornada junto a la piscina, como una reina, entre multitudes de húmedas matronas y niños mojados, y cuando Ted regresaba del trabajo encontraba un cocker spaniel party en plena celebración junto a la piscina, y la pareja terminaba la jornada a medianoche, cuando sus amigos por fin se iban, nadando desnudos los dos, antes de acostarse. ¡Que éxtasis! En la oscuridad, el agua parecía suave como la leche, y etérea como el hielo, y los nadadores se transformaban en gigantes, deslizándose de un lado a otro merced a una sola brazada.

En el mes de mayo siguiente, la piscina estaba llena como de costumbre, y, como de costumbre, se había reunido el habitual grupo de madres y niños, después de la jornada escolar, pero, cosa extraña, Linda se había quedado dentro. Se la oía, dentro de la casa, yendo de una estancia a otra, pero no salió, como en los anteriores veranos, con una alegre bandeja de hielo y un haz de botellas, así como los pastelitos y las limonadas para los chicos. Entonces, los amigos comenzaron a sentir la inhibición de presentarse en casa de los Turner, con la toalla bajo el brazo, los fines de semana. Pese a que Linda había perdido peso y tenía elegante aspecto, y a que Ted se mostraba agobiadoramente jovial, el matrimonio desprendía el leve, insomne e inhibitorio aroma de las parejas con problemas. Luego, el día siguiente de la terminación del curso escolar, Linda se fue con sus hijos a casa de sus padres, en Ohio. Ted pasaba muchas noches en la ciudad, y la piscina permanecía desierta. Pese a que la bomba que hacía pasar el agua por el filtro seguía murmurando entre las lilas, la impoluta piscina comenzó a enturbiarse. Los cuerpos de abejas y moscas muertas comenzaron a puntear la superficie. Una pelota de plástico, moteada, flotó hasta situarse en un ángulo, junto a la palanca, y allá se quedó. La hierba entre las losas comenzó a languidecer. En el tablero de vidrio de la mesa junto a la piscina había una lata de abrillantador “Off!”, ya sin presión, y en un vaso de ginebra con agua tónica flotaba una hoja de menta marchita. La piscina presentaba un aspecto desolado, como una charca de agua pútrida en la jungla. Parecía venenosa y avergonzada. El cartero, al meter en el cajín avisos de pagos atrasados y ofertas de publicaciones pornográficas, apartaba cortésmente la vista de la piscina.

Algunos fines de semana del mes de junio, Ted escapó de la ciudad y los pasó en la casa. Los familiares, al ir en automóvil a la iglesia, le vieron ocupado en rociar tristemente el agua con desinfectantes. Ted estaba pálido y flaco. Enseñó a Roscoe Chace su vecino de la izquierda, el modo de poner en marcha la bomba y de cambiar el filtro y le dijo las cantidades de cloro y “Algitrol” que debía añadir todas las semanas. Explicó que no podía cumplir esta tarea todos los fines de semana, como si la distancia que durante años había recorrido dos veces al día, yendo y viniendo de Nueva York, se había convertido en una cuesta imposiblemente empinada que llevará al pasado. En vagos términos, dijo que Linda había dejado la casa de sus padres, en Akron, y que estaba de visita en casa de su hermana en Minneapolis. A medida que la sorpresa de la desaparición de los Turner fue perdiendo potencia, la piscina iba pareciendo menos fantasmal y prohibitiva. Los niños Murtaugh —los Murtaugh eran los vecinos de la derecha de los Turner, y formaban una agitada familia numerosa— comenzaron a utilizar la piscina, sin que nadie les vigilara. Por esto, los viejos amigos de Linda, con sus hijos, comenzaron a hacer acto de presencia “para evitar que los chicos Murtaugh se ahoguen los unos a los otros”. Si, porque si algo malo les ocurría a los niños Murtaugh, los pobres Turner (el adjetivo apareció automáticamente) serían demandados en juicio y les pedirían las mil y una, precisamente en el momento en que menos gastos podían permitirse. Entonces, utilizar la piscina se convirtió en una especie de deber, en una muestra de lealtad.

Aquel mes de julio fue el más caluroso en veintisiete años. La gente transportó sus propios muebles de jardín, en automóviles del tipo rural, y los instaló en la piscina. Los hijos mayorcitos y las chicas suizas que servían en las casas bajo el régimen au-pair fueron investidos del cargo de salvavidas. En el garaje se encontró un cordel de nylon con flotadores de corcho, cuya finalidad era separar la zona de saltos de la zona de chapoteo, y se instaló en la piscina. Agnes Kleefield aportó una vieja nevera que se conectó a un enchufe en la parte alta del sótano en donde Ted solía trabajar en su banco de carpintería, y la nevera se utilizó para guardar hielo, agua de quinina y bebidas no alcohólicas. Junto a la nevera apareció una caja de zapatos con calderilla, a fin de que se efectuaran los pagos, según un sistema de honor y honradez, y en los peldaños que llevaban a la casa de los Turner se formó una colección de objetos diversos perdidos en la piscina y sus contornos, tales como gafas de sol olvidadas, aletas de natación, toallas, lociones, libros en rústica, camisas e incluso ropa interior. Aquel mes de julio, cuando la gente decía “nos encontraremos en la piscina” no se referían a la piscina pública situada junto al centro de ventas, ni a la del club de campo. No, ya que se referían siempre a la piscina de los Turner. Resultaba difícil restringir la afluencia, sin dar lugar a situaciones embarazosas. Un obispo metodista que visitaba la población, dos economistas procedentes de Taiwán, un equipo femenino de balonvolea de Darién, un eminente poeta canadiense, el campeón de tiro con arco de Hartford, los seis miembros de un grupo negro de rock llamado “Los bienintencionados”, un ex amante de Ali Kan, la suegra de cabello azulenco de un asesor de Nixon que no alcanzaba todavía a tener categoría ministerial, un niño de seis semanas, un hombre que murió de accidente al día siguiente en Merrit Parkway, un filipino capaz de permanecer ochenta segundos en el fondo de la piscina, dos tejanos que iban siempre con un cigarro entre los dientes y el sombrero en la cabeza, tres reparadores de hilos telefónicos, cuatro expatriados checos, un estudiante maoísta de la Wesleyan, y el cartero, todos nadaron, en calidad de huéspedes, en la piscina de los Turner, aunque no lo hicieron todos a la vez. Cuando la multitud de las horas diurnas comenzaron a menguar, y la caja de zapatos volvía a ponerse dentro de la nevera, y cuando la última chica au-pair agarraba al último niño macerado y con carne de gallina y se lo llevaba temblando a cenar, comenzaba a subir la marea de las actividades del atardecer, principalmente la de los partidarios de las expansiones amorosas (los más notorios eran la señora Kleefield y el chico Nicholson), y otras actividades que algunos, con ganas de dramatizar, denominaban orgías. Cierto es que los chapuzones de última hora y los excitados resoplidos y gemidos a menudo impedían dormir a la señora Chace, y que los niños Murtaugh se pasaban horas en las ventanas de las buhardillas de su casa, armados con prismáticos. Además, las perdidas prendas interiores no dejaban de ser un indicio.

A primeras horas de un sábado del mes de agosto, los madrugadores encontraron un automóvil con matricula de Nueva York aparado en el garaje. Pero era tan normal ver allí automóviles de todo pelo —el lío de coches aparcados a menudo llegaba hasta la calle— que nadie prestó gran atención al asunto, ni siquiera cuando alguien advirtió que las ventanas del dormitorio, en el primer piso, estaban abiertas. Y, realmente, nada ocurrió, salvo que alrededor de la hora de la cena, cuando los visitantes nocturnos comenzaban a llegar en tropel, Ted y una mujer desconocida, del mismo tipo físico que Linda, aunque morena, salieron muy deprisa por la puerta de la cocina, subiendo en un automóvil y emprendieron el camino de regreso a Nueva York. De esta manera, las pocas niñeras que quedaban y los ardientes recién llegados pudieron vislumbrar las raíces de un divorcio. Los dos amantes habían estado presos todo el día en el interior de la casa. Ted temía las consecuencias jurídicas de que les vieran juntos, y de que quien les viera lo comunicara por escrito a Linda. Los tratos para llegar a un arreglo en materia económica estaban en un momento muy delicado, y únicamente el terror que Ted sentía ante los abogados de Linda pudo poner coto a la indignación que experimentó al ver, a través de la celosía, su piscina particular y privada convertida en un público carnaval. Después, y durante largo tiempo, a pesar de que no contrajo matrimonio con aquella mujer, Ted recordó el día que vivió con ella, como un par de fugitivos escondidos en una cueva, alimentándose de amor y de agua, yendo descalzos y de puntillas a las alacenas vacías que habían pensado llenar por la mañana, ya que llegaron la noche anterior, sin pensar en que aquella multitud les dejaría presos en la casa. Ted recordaba que el cabello de la muchacha le había cosquilleado un hombro, mientras ella estaba agazapada junto a él, en la ventana, y Ted al través de los irritados latidos de su sangre, sintió el esbelto cuerpo de la chica conteniendo la respiración para no reír.

Avanzado ya el mes de agosto, llegaron los días nubosos. Los chicos perdieron sus ganas de nadar. Roscoe Chace se fue de vacaciones a Italia. La bomba se estropeó y nadie la reparó. Los cuerpos de moscas muertas fueron acumulándose en a superficie de la piscina. Pequeños sapos engañados se lanzaron a ella, y nadaron y nadaron sin esperanza. Por fin, Linda regresó. Desde Mineapolis se había trasladado a Idaho, para estar allí seis semanas, y divorciarse. Las excursiones y el montar a caballo habían puesto a Linda y a los chicos con la cara morena. Los labios de Linda tenían un aspecto más seco e intrigado que en cualquier otro instante, como si todavía se empeñaran en formular debidamente aquel molesto interrogante. Se puso ante la ventana, en la casa que ya parecía carecer de muebles, ante la misma ventana en la que los dos amantes se habían agazapado, y contempló la desierta piscina. Los salpicones habían puesto verde la hierba a su alrededor, salvo en un lugar en el que había reposado largo tiempo una toalla, dejando un rectángulo castaño. Aquí y allá había muebles de aluminio, rotos y abandonados, que Linda no había visto en su vida. Contó nueve botellas bajo la mesa con tablero de vidrio. La corchera divisoria con alma de nylon se había roto, y cada una de sus porciones flotaba independientemente. El plástico azul bajo el agua incolora parecía esforzarse en transmitir un alegre mensaje de otros mundos, pero Linda comprendió que la piscina carecía de fondo, que contenía una pérdida sin fondo, que era como una gran lágrima azul. A Dios gracias, nadie se había ahogado en aquella piscina. Nadie salvo ella, Linda. Comprendió que nunca sería capaz de volver a vivir allí. En septiembre, la casa fue vendida a una familia con hijos de muy corta edad, y, para evitar accidentes, esta familia no sólo vació la piscina sino que la sello con tubos de fierro y una densa tela metálica encima. Pusieron carteles de precaución alrededor, como si se tratara de un perro encadenado.



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