Es increíble el sufrimiento que puede expresar una mirada. Lo que hablan sin que preguntes nada. Últimamente las miradas me apasionan. Clavo la mía en más de cien personas al día y todas me cuentan algo. Si quieres juzgar a alguien no mires su imagen, observa sus ojos. Son más complicados de esconder. Es una de las cosas más apasionante de mis horas muertas. Y poco a poco, voy dominando un lenguaje complicado pero extremadamente gratificante. A veces, algunas miradas te hacen temblar rompiendo tus esquemas. Te penetran demasiado y pierdes. Caes completamente en la persona y se crea un vínculo imperceptible pero real para ambos. Dos desconocidos unidos por un instante en una mirada. Una simple y extraordinaria mirada que sin decir nada, lo dice todo.
Aún me quedan cuatro semanas. Estoy cansada, siempre me muevo con las manos frías y dolor de espalda pero siento una tristeza terrible por dejarlo. Nunca se me dieron bien las despedidas. Son demasiadas tardes para ignorar el apego que me envuelve.
7 comentarios:
cuanta razón llevas; yo siempre voy mirando a la cara a la gente k me cruzo, es una especie de necesidad, no sé... pero tan poco es robo... llámalo hurto que es menos fuerte, aunque yo lo llamaría préstamo. Tú misma.
Oye, es que te vas?
a dónde?
La mirada de una persona es capaz de transmitirme mas emociones que las propias palabras. La despedidas son siempre tristes cuando se dice adiós, pero no cuando se dice hasta luego. ;-)
Jejeje no me voy a ningún sitio, dejo un trabajo, y por lo visto me he aferrado más a la gente de allí de lo q pensaba...
ladiya, la juliette ésta que deja un trabajo temporal y se monta todo un drama XDDDDDD
A mí me ocurre lo mismo cuando paseo solo por la calle...
Y esta Quillo el graciosito... no monto un drama, lo q pasa es q hay gente muy grande y son muchas risas para no sentirse un poco vacía al irte. Idiota!!
soy un crack XD
por eso muy muy rara vez dibujo rostros
pese a que me encantan los ojos (se me enamora con la mirada ^^) y lo que expresan aún no soy capaz de representarlos adecuadamente
quizás algún día...
y ODIO las despedidas, sean como sean
aunque si que es verdad que unas se hacen más de odiar que otras
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