Cada vez me queda más claro que planificar es algo absurdo. LLueve muchísimo. Se olvidan de mí y no me duele. Me encuentro debatiendo si soy estúpida o si cargaré conmigo eternamente una deuda impagable. Es complicado juzgarse.
Decido quedarme sin dar vueltas y escribir escondida en tres años de carrera. Haciendo tiempo. Adiós a Nunca Jamás. Esta claro que Peter Pan dejó de visitarme hace años. Pero no me importa, ahora soy impasible al mundo. Y lo mejor de todo, es que adoro esta nueva sensación de infranqueable fortaleza.
21 octubre 2008
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