18 abril 2008

Crónicas de una revolución Wose: primera parte

- ¿Cómo va eso nena? – dijo Urco adquiriendo una pose que el creía sensual, si es que la forma de un perro puede parecer sensual.

- Pufff… vaya puta mierda de día pasé ayer… todo el tiempo haciéndome la interesada con la comida… Esto de ser una perrita buena es un asco, ¡siempre me entran ganas de morderles en la puta yugular! Mmm, eso me recuerda que… - se interrumpe Cloe mientras regurgita una plasta que bien parece pollo relleno.

- ¿Qué coño es eso?

- Yo que sé… ¿tú sabes lo mal que sabe? Cosas del hombrecito de la comida y sus amigos el puto gordo y el tío ese que parece judío… El día en que seamos suficientes para la revolución lo freiré con un par de erizos. ¡Estoy hasta los mismos de tanto beso y arrumaco!

- Bah, ni me menciones a esos “guardianes del bien”… Llevo dos esta mañana. Se huelen que por esta zona pasa algo y se mimetizan en esa puta bola de pinchos para que los hombres nos los vean como son… Pero Urco es grande, Urco es fuerte, Urco es…

- Cállate la puta boca y sácate un par de pitillos.

Urco mira a un lado y a otro y viendo que no viene nadie estira el cuello, se escuchan un par de crack crack y anda erguido sobre sus dos patas traseras a un montículo que hay tras las caballerizas. Desentierra un paquete de Malboro y un cipo. Se pone dos en la boca desmimetizando sus manos perrunas en pequeñas manos casi humanas si no tuvieran aspecto huesudo. Vuelve con Cloe, los enciende y le pasa uno.

- ¡Qué puta maravilla! Esto sí que lo hacen bien los hombres… ¡Qué pena que deban morir todos descuartizados! – Cloe da otra calada y hace un anillo de humo en forma de barco.

- Sí, es una pena… Casi se les coge cariño. Bah, las órdenes son las órdenes. Deben morir todos, es nuestra labor. – Se cuadra Urco mirando de reojo si Cloe le está mirando el culo… No hay forma; desde que tienen forma de perro se muestra muy recelosa. Sabe que tiene envidia porque ella tiene una forma de enana gris parecida una zorra en pequeñito y él es un gran macho bullterrier. Eso, y que a ella le toca “confraternizar” con el enemigo cual saltimbanqui mientras que él defiende la zona. Ella hace el trabajo más sucio, pero alguien tiene que hacerlo, ¿no? Por lo menos él puede matar y tener acción antes de que haya que desmembrar a los humanos.

- Ya… pero los erizos me preocupan, son muchos últimamente.

- Bueno, tú no te preocupes, ese es mi trabajo… Tú sigue pegando saltitos, correteando con el hombre de la comida y trayendo buena información de la ciudad. Falta poco para que todo esté organizado. ¡Podrías ponerte un tutú para resultar más graciosa al enano ese! – Urco lanza una carcajada por su última ocurrencia.

- Tú sigue así… ¿llevas bien lo de no follar en todo el mes? Pues eso no es nada si sigues dándome por culo…

- No, querida, eso es lo que me gustaría a mí, darte por culo – dice mientras reprime otra carcajada. Da otra calada y lanza el humo en forma de poya gigante. Sabe que si vacila mucho más es capaz de cumplir su amenaza y dejarlo sin amor del bueno, de ese que ella sabe darle y ningún otra wose es capaz.

Cloe lo mira con rabia y lanza una bocanada de humo en forma de tijeras que se acercan rápidamente a la poya cortándola en dos. Urco sabe que la ha cagado…

- Vale, vale. No te enfades. Toma, ahí tienes un regalo – dice mientras le lanza un erizo muerto.

- Joder, por fin, comida de verdad… Ooooooh, eres un encanto, le has quitados los pinchos. Si sigues así el resto del fin de semana quizá te dé un poco de amor antes de irme.

Cloe coge el erizo con la boca y se marcha pavoneando su culo ante el calentón de huevos de Urco.

- ¿No me irás a dejar así, cariño? – Urco siente cierta rigidez que espera no tener que machacarse él solo.

- Como tú decías… tengo que volver a mi trabajo de dar saltos, comer mierda humana y todo eso, cielito, que el hombre de la comida está al caer.

- Pedazo de…

- ¿Qué ibas a decir?

- Nada, nada… - Pedazo de zorra – Sólo te iba a desear un buen día… Por cierto, ¿cuáles son las órdenes y qué noticias hay del mando central en la ciudad?

- Si te portas bien, esta noche te daré de todo, nene – dice mientras bambolea su culito prieto, y pelado, por cierto. Gira su cabeza y ve que ha surtido su efecto porque la protuberancia desmimetizada de la poya real de Urco ha hecho aparición. – Por cierto, cariño, si viene un humano no se va a creer que te ha crecido de esa forma de la noche a la mañana.

Cloe corre a su puesto rápidamente mientras Urco se caga en la madre que la parió. Se dice que por lo menos esa tarde matará otro par de erizos para desestresarse.

Ambos desconocen que ese puesto de vigilancia tendrá una labor clave en la revolución de los wose ese fin de semana.

5 comentarios:

ladiya dijo...

jjajjajajjaajajajajaja


dios k bueno!!!



pobres erizos... xo k papel desempeñan de verdad los erizos en esta trama??

y... perdonarán la vida al "judio" y lo nombraran sumo sacerdote??

esperaremos al próximo capítulo

quillo_3 dijo...

¡Quedan muchas sorpresas que desvelar!

angeloso dijo...

tio vaya una cosa rara
he tardado un pelín en ubicarme jeje

pero quiero la próxima entrega ya!!
quiero saber que pasa con los wose!!

conseguirán los wose dominar el mundo?
acabará el judio desmembrado junto con el resto de la humanidad?
conseguirá urco penetrar en las traseras de cloe?
todo esto y mucho más en el próximo cápitulo!!!
jajajajaja

Juliette dijo...

¿Por qué al leerlo no puedo evitar acordarme de algo que he leido hace poco??? jejeje. &;-p

Muy bien Quillo, me gusta la trama y se lee facilmente así que como dice el resto del pueblo...
¡¡El segundo capítulo ya!!

feny dijo...

mu weno qillo. pero se q mi chloe llegado el ultimo momento no podria hacerme daño , m diria "marchate y escondete" o algo asi.
y el urco es mejor tipo de lo q parece



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