25 julio 2007

Las pajas (y van 2)

Seguimos esta semana con la segunda y última entrega del apasionante mundo de las pajas.

La inspiración

Para salir a patinar necesitas patines, para ir a correr necesitas unas zapatillas de deporte, para jugar al fútbol necesitas un balón y algunos amigos. Para hacerte una paja no necesitas absolutamente nada que no venga de serie. Eso sí, primero hay que conseguir una erección.

Cuando se tienen setenta años las erecciones son una bendición; cuando se tienen quince son un castigo. En el momento menos pensado se pone la cosa tensa y uno sólo piensa en aflojarse los zapatos. Si la erección se prolonga de manera artificial mediante estímulos ajenos (a menudo hasta un punto en el que uno cree que jamás podrá volver a caminar) y tanta excitación no se ve posteriormente satisfecha, la emoción se torna en frustración y uno sólo piensa en entrar en una cristalería y emprenderla con los jarrones más finos. Pero esa es otra historia.

Los principios siempre son difíciles. El adolescente comienza su larga carrera como onanista con la imaginación como única fuente de inspiración. A esas edades la mente es ágil y receptiva, una máquina portentosa que lo mismo aprende a resolver raíces cuadradas que se queda con el par de melones que le han salido a la compañera de pupitre de ayer a hoy. Durante una larga temporada no tiene ningún problema en invocar lúbricas y magnas imágenes que le trasladan a mundos de ensueño desde la fría taza de váter sobre la que se la está meneando. Después de un tiempo, su curiosidad innata le empuja a la búsqueda de material gráfico con el que realimentar su pervertida mente y completar el puzzle que hasta el momento es para él el cuerpo de la mujer. Llegan entonces las revistas porno.

Las revistas porno cubren un rango muy amplio del asunto: desde el par de tetillas tímidas hasta el material más explícito. Sin pausa pero sin prisa, nuestro adolescente termina recorriendo a base de soberanas pajas el amplio espectro que le ofrece el medio impreso. Después decide que ha llegado el momento de dejar las imágenes fijas y pasarse al movimiento. Los hermanos Lumiere, que tenían dos pulgares oponibles cada uno, inventaron el cine para que nos pudiéramos hacer pajas. Creo que a estas alturas del discurso queda muy claro hacia dónde nos dirige el proceso evolutivo.

Los tiempos cambian que es una barbaridad, y hoy en día los chiquillos pasan de descubrir la masturbación a pelársela con vídeos bajados de una sección etiquetada como "Brutality" en una página web servida desde algún lugar de Rusia. No es de extrañar que a los doce años estén saturados del asunto y ya sólo piensen en follar de verdad. Vaticino una generación a la que a los veinte ya no se le levantará porque estarán a la vuelta de todo. O quizá el problema está en mí, que soy un romántico y opino que el niño debe atravesar todas las etapas para llegar a apreciar las maravillas del sexo en su verdadero esplendor.

El momento

En general cualquier oportunidad es óptima. Como regla de uso común, una erección es el momento adecuado para hacerse una paja. Esto es algo gramaticalmente curioso, porque rara vez un sustantivo puede utilizarse como un complemento circunstancial de tiempo.

Pajas que se distingan por su situación temporal son las siguientes:

  • La paja mañanera. Bien es observado desde la infancia que el cuerpo se despierta por partes, y que a menudo algunas partes se despiertan antes que otras. Como decíamos antes, cada erección que se deja pasar es una paja que se que se pierde como lágrimas en la lluvia. Una solución, si hay prisa, la ofrece la paja de la ducha. El sexo es como la cocina: si hay más tiempo siempre se puede preparar algo más elaborado.
  • La paja del insomne, también conocida como la paja de la cama y tratada ya con anterioridad.
  • La paja del estudiante. No hay cosa más dura que estar encerrado en casa diez horas al día sentado frente a los libros, y no hay excusa mejor para apartarse un rato de ellos que la paja del estudiante. Esta modalidad permite al sujeto tomarse una pequeña pausa y retornar al estudio relajado y concentrado, habiendo sacado de la cabeza un montón de cosas perversas que impedían la entrada de nuevos conceptos que el profesor estima como de provecho.
  • La paja del Rodríguez. Es aquella que se realiza en aquellos momentos en los que uno dispone de toda la casa para uno solo. A veces ni siquiera apetece pero, como es algo que no sucede a menudo, no se puede dejar pasar la ocasión. Un par de minutos de precalentamiento sirven para encauzar la cosa, porque la única realidad de este mundo es que todo es ponerse.
  • La paja del momento equivocado. Es de una clase sorprendente, más que nada porque uno no sabe que se está haciendo una paja de este tipo hasta que le abren la puerta de la habitación.

[Nota del autor] Mientras tomo notas de inspiración para confeccionar este tratado me encuentro viajando en un tren lleno de alemanes. Si la señora que tengo a mi lado se entera de lo que estoy garrapateando en la libreta, me espera la policía en la próxima estación.

Gestión de residuos

A pesar de que las pollas no se ponen tiesas pulsando un botón todavía hay gente que defiende la teoría del Diseño Inteligente. La incapacidad de controlar la eyaculación es toda una incomodidad para el pajero aficionado, de manera que éste se debe ver obligado a desarrollar una serie de argucias e ingeniosas tretas que le permitan disfrutar de los placeres de la carne en barra en cualquier lugar.

Veamos las diferentes modalidades de gestión:

  • Ahí va eso (gestión cero). Como su nombre apunta, esta técnica se basa en el "tira la piedra y esconde la mano". Apta para personas desenfadadas y sin preocupaciones, la modalidad de la caída libre sólo precisa de una superficie de recepción, ya sea el suelo, la taza del váter, la bañera o la cara de un consultor externo. En este último caso debes asegurarte de que tal actividad se encuentra dentro de las condiciones del contrato.
  • El pellejito feliz. Consiste en, llegado el momento de abrir esclusas, sujetar el pijo por el extremo y dejar que el asunto se ponga como un pez globo. El éxito de la operación dependerá de la cantidad a evacuar (que varía con la abstinencia) y de la capacidad de la improvisada vejiga. Tampoco se debe ejecutar demasiado lejos del baño, ya que la autonomía del invento suele ser limitada. Esta técnica se encuentra indicada en principio para todo el mundo (adolescentes judíos al margen), pero algunos prefieren otras opciones en las que se pueda continuar batiendo el cobre tras el orgasmo.
  • La momia. Por su sencillez y efectividad, la momia es una de las técnicas preferidas entre los jóvenes y no tan jóvenes. Para llevar a cabo esta solución tan solo se precisan un par de palmos de papel higiénico, y si se ejecuta con maestría es una alternativa económica a la paja con condón.

    De la misma manera que hay diferentes maneras de hacer una pajarita de papel, el número de posibilidades de preparar una momia es casi ilimitado, teniendo cada maestrillo su librillo. Básicamente la técnica consiste en comenzar el acto y avanzar hasta las proximidades del punto de no retorno. En ese momento se extrae el trozo de papel que anteriormente se había dejado a mano y se arrolla en torno al mástil. Una vez nos hemos asegurado de que no hay fisuras en el fuselaje, procedemos hasta la meta. Tras finalizar la faena la momia se extrae prendiéndola por la punta, y se utilizan las partes que han quedado secas para rebañar el plato. Limpia y extremadamente funcional, la momia es una técnica sencilla y a la vez avanzada que permite separar a los principiantes de los maestros.

  • El condón (momia de goma). Ponte en situación: buscando unos calcetines encuentras aquella caja de condones que compraste hace un año porque te pareció que Saturno iba a entrar en conjunción con tu compañera de trabajo y al final resultó que tu compañera de trabajo se metió en la cama con Marte. Los condones y las sardinas en lata se pueden usar incluso muchos meses después de haber sido compradas, pero al final decides que te vas a deshacer de las sardinas por si las moscas. Te pones cómodo, apagas el teléfono, sacas tu mejor material y te calzas un condón dispuesto a disfrutar de una paja deluxe.

    Las ventajas de la momia de goma son el tacto poco habitual y la posibilidad de no tener que detenerse antes del punto de no retorno para montar el dispositivo de emergencia, algo especialmente valorado por muchos expertos. Entre las desventajas se encuentran la mano aceitosa que no conseguirás limpiar en todo el día y el olor a goma quemada que queda en la habitación.

El pajero profesional y las mujeres

Más de uno habrá soñado alguna vez con convertirse en mujer al menos durante 24 horas. Algo así sería sin duda una experiencia extenuante. Al final de ese corto pero intenso periodo nuestro hombre convertido a mujer tendría el cuerpo cubierto de llagas de tanto sobe, y las tetas lucirían despellejadas de la fricción aplicada durante la jornada.

Los hombres fantaseamos día y noche con el cuerpo de la mujer. Nos fascinan todos esos paisajes lejanos y exóticos que vemos en las páginas del National Geographic, lugares maravillosos y a la vez peligrosos e inaccesibles. Nos imaginamos con el machete en la mano y el salacot calado hasta las cejas abriéndonos paso entre la vegetación hacia aventuras peligrosas pero llenas de emoción. El cuerpo de la mujer es un territorio complejo y misterioso, y nos fascinan el misterio y, sobre todo, la complejidad.

Haciendo una comparación que pueda comprender todo el mundo, el órgano reproductor del hombre es como un mando de la Atari 2600, mientras que el de una mujer viene a ser el de una Playstation. El primero es un palo con un botón naranja al lado. El plástico es barato y su funcionamiento es obvio: con el palo te mueves y con el botón disparas. No hay lugar a los malentendidos. El segundo es un complejo mecanismo lleno de botones que requieren de un despliegue de destreza manual más propio de un saxofonista que de un ser humano. Conozco la Playstation desde hace años y hasta la semana pasada no me enteré de que las palancas de dirección son a su vez botones. La vagina es igual.

En el pene está todo expuesto. Lo sacas de la caja, echas un vistazo y en cinco minutos ya estás jugando. Puedes tocar aquí y te dan puntos, aquí sacas un bonus y aquí vida gratis. Los juegos son extremadamente sencillos. En cambio para manejar una vagina hay que pasarse la adolescencia leyendo manuales de instrucciones que encima te venden en fascículos en el kiosko. El pene es apunta y dispara, mientras que para la vagina necesitas aprender una serie de combinaciones de teclas sin las cuales no hay manera de terminarse el juego. Con semejante percal, ¿cómo podemos hombres y mujeres ponernos de acuerdo? ¿Qué es eso de los orgasmos múltiples? ¿Cómo se come eso de que estés a punto de tener un orgasmo y de repente se vaya? ¿Por qué yo no grito de júbilo al liquidar al monstruo de final de fase?

Evidentemente, cuanto más sofisticado es el mando más posibilidades ofrece el juego. Aquellos que tengan la paciencia de leer lo que hace cada botón encontrarán horas de interminable disfrute. Los pajeros son al sexo lo que los jugones a los videojuegos: no tienen una playstation pero llevan toda la vida soñando con poner sus manos sobre una. Poseen los reflejos, el arte, el instinto, pero no el hardware apropiado. Dales un mando, ten la paciencia de tomarte cinco minutos para explicarles los rudimentos del juego y prepárate para disfrutar viéndolos superar un nivel detrás de otro hasta fases que nunca antes habías visto.

Mujer, no te equivoques. Al pajero profesional le importa un carajo su propia satisfacción porque sabe que siempre se encuentra a cinco minutos del orgasmo más lejano. Sólo desea tomar tu cuerpo y explorar todas aquellas zonas que sólo ha visto en mapas, visitar esos lugares recónditos de los que no hablan las guías de viaje. Sólo él tendrá la paciencia para pulsar todos los botones en la secuencia correcta y tantas veces como haga falta, y no habrá perversión que puedas concebir que no haya existido antes en su cabeza.

Si lo que quieres es sexo del que te puedas arrepentir al día siguiente, te valdrá el guaperas de la discoteca. Para una experiencia inolvidable, ponte en manos de un pajero profesional.

5 comentarios:

angeloso dijo...

bueeenooo
esperaba que lo subiera nuestro querido abuelo, ya que él encontró estos preciosos textos, pero viendo que se ha perdido por el camino y siendo consciente de la importancia y sabiduría que dichos textos entrañan pues me he decidido a subirlo yo

así que tras buscar un poquillo he conseguido encontrar la segunda parte y aquí la tenéis para disfrute de todos

no sé cuanto tiempo le dedicaría el autor a meditarlos previa escritura, pero queda claro que sabe de lo que habla jeje

leedlo y disfrutadlo porque merece la pena ^^

angeloso dijo...

increible
el autor es sencillamente increible

pensaba poner (no necesariamente ahora mismo) otro texto del mismo autor, esta vez relacionado con las pelis porno
pero tras ojear un poco más su página web he decidido que no

¿y por qué no?
pues porque mejor os pongo su página, y os partis el pecho con las verdades que dice y la gracia con las que las dice

además es más menos de nuestra generación, lo cual es aún mejor, porque hemos vivido la mayoría de las cosas que comenta

la dirección es:
www.elsentidodelavida.net

no dejéis de leer articulos como el de "las pelis porno", y que ni se os ocurra dejar pasar el "de niña a mujer"


os aseguro que os reiréis (y mucho) reviviendo viejos recuerdos ^^

ladiya dijo...

jajajajaja

sencillamente magnifico!!


OYE "----", K SOY PAJERO PROFESIONAL!!!xxXXXDDDDDDD

POS HABLANDO DEL ONANISMO... ESTA NOCHE TUVE MI PRIMER ORGASMO SIN EYACULACIÓN, SIP. FUE EN UN SUEÑO, EN EL CUAL ME CORRIA Y EN EL SUEÑO SI K MANCHABA TO, YA SABEIS K SI TE CORRES EN UN SUEÑO... A LA MÑN SIGUIENTE....LOL.... POS NOP, ME DESPIERTO Y LIMPITO!! xXXXDDD

AA dijo...

jjajaja

que bueno, sobre todo las conclusiones finales. El tío se lo curra y habla claro ;)

feny dijo...

conste q la noche q lo hablamos m puse a leerlo y pensaba subirlo , lo q pasa s q no m termino d convencer , y s q claro despues d haber leido el 1º cualqiercosa s poco. peri este escritor es un crack hay q admitirlo. en fin prosigamos con nuestros negocios
recuerdos a todos



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