Hubo un tiempo en que el VIH, el virus que causa el sida, pareció casi derrotado. El avance en los tratamientos médicos permitió que ser seropositivo dejase de ser una sentencia inexorable de muerte. Además, las campañas de concienciación empezaron a dar resultados, y los contagios disminuyeron. La victoria parecía más cerca que nunca. Pero el espejismo duró poco. La relajación en la prevención, fruto de esta sensación de que el peligro estaba conjurado, ha provocado un aumento del sida y del conjunto de enfermedades de transmisión sexual en los últimos años en la Región. Llama especialmente la atención el avance de la sífilis. De los 15 pacientes diagnosticados en el año 2000 se pasó a 66 en el 2008, según se refleja en los boletines epidemiológicos de la Consejería de Sanidad.
En el caso del sida, el análisis de la situación es más complicado. Los diagnósticos de la enfermedad aumentaron un 17% en el el 2007, el último año del que se disponen datos. Sin embargo, la propia administración reconoce que no se puede saber lo que está ocurriendo exactamente con el VIH, porque el sida suele dar la cara incluso una década después del contagio del virus. La Región no dispone todavía de un registro de nuevos casos de VIH, al contrario de lo que ocurre en otras comunidades autónomas como Cataluña. De momento, sólo se puede intuir cómo se está extendiendo el virus en Murcia por lo que ocurre en el resto de España. Y lo que está sucediendo no es alentador: aumenta la proporción de mujeres, inmigrantes y homosexuales infectados. «Hay un repunte por la relajación en el uso del preservativo», admite Paco Pérez, coordinador regional del Sida.
Las asociaciones que luchan contra el virus en la Región llevan tiempo alertando de esta tendencia. El VIH se extiende no sólo por la falta de prevención. También porque el 40% de los portadores del virus no descubren que están infectados hasta muchos años después, prácticamente cuando empiezan a desarrollar el sida. Eso no sólo perjudica su tratamiento, también aumenta el riesgo de transmisión a terceros.
Este porcentaje deja claro que quienes tienen prácticas sexuales de riesgo no acuden luego a su médico de familia para solicitar las pruebas de VIH. Por eso, el Comité Antisida (Casmu) solicitó a la Consejería una subvención para poner en marcha un programa de test rápidos, que permiten detectar la presencia del virus en un tiempo no mayor a 20 minutos. Casmu pretendía copiar el modelo de la asociación Madrid Positivo, que lleva desde el año 2005 haciendo pruebas de este tipo en las calles de la capital de España, y que esta semana ha acampado en Murcia para ofrecer este servicio con financiación del Ministerio.
Proyecto paralizado
Sin embargo, cuando Madrid Positivo desmonte este viernes su stand y vuelva a la capital, Murcia puede quedarse sin pruebas rápidas por mucho tiempo. «Sanidad ha paralizado el proyecto de Casmu por los recortes presupuestarios», denunció ayer Bartolomé de Haro, gerente de esta asociación. La propia funcionara de Salud Pública que ha negociado el programa reconoce que «no hay ni un duro» y que todo está en el aire.
De momento, las pruebas rápidas solo se ofrecen en Cartagena, en el único Centro de Enfermedades de Transmisión Sexual que hay en la Región. Pero las instalaciones están a punto de cerrar. «El médico de esta unidad se marcha y no hay recambio», se quejan en Casmu. Pero hay más. «Sanidad nos ha anunciado un recorte de incluso el 50% en las ayudas». Eso puede significar «el cierre» de los dos pisos de acogida que en estos momentos hay en la Región para enfermos con problemas de desarraigo familiar y falta de recursos económicos. También estaría en el aire el programa de intercambio de jeringuillas.
05 noviembre 2009
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