Las cosas no te salen bien. Así que te enfadas. Te pones triste. Te decepcionas. Te angustias. Te desconsuelas. Te desilusionas por no conseguir lo que esperaban de tí. Te desalientas. Te cansas. Te agotas. Te humillas porque no sirves para nada. Te amargas. Te apenas. Te deprimes porque no lo encuentras. Te hartas. Te atormentas. Te hieres. Te torturas porque no ves nada en el horizonte. Te entristeces. Te lamentas por las horas que has perdido. Te cabreas. Te molestas. Te tropiezas. Te endureces porque sigues respirando. Te espabilas. Te levantas. Te mentalizas. Te organizas. Te convences...
Y... a otra cosa mariposa.
2 comentarios:
Lo siento, Juliette, en las oposiciones hay que perseverar y no decaer porque compites con mucha gente... por ejemplo, mi novia suspendió la primera y a la siguiente sacó la máxima nota de la región, así que como diría Gandalf: siempre queda esperanza!!!
Gracias por los ánimos Quillo, a la segunda irá la vencida entonces...jeje. Un besazo!
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