Hay melodías que atrapan. Canciones que te dejan inhibido y desarmado. Bailando en un espacio dentro de ti que ni tan siquiera existe. Desapareces y todo por un instante carece de importancia. Un suspiro atraviesa el aire mientras el silencio acaricia tu nuca. Te dejas llevar por una corriente fantasma que te aleja de la realidad. La derrota del espíritu frente a la materia.
Renaces en un cuerpo frágil y quebradizo pero lleno de ti mismo. Tambaleas unos segundos. Tus ojos no están seguros de querer abrirse. El mundo vuelve a recuperarse cuando la música termina. Los objetos tienen forma otra vez y el reloj recupera su mirada desafiante. Todo sigue en su sitio. Nada ha cambiado. Nadie, absolutamente nadie se ha dado cuenta de que durante unos minutos… han dejado de existir.
Renaces en un cuerpo frágil y quebradizo pero lleno de ti mismo. Tambaleas unos segundos. Tus ojos no están seguros de querer abrirse. El mundo vuelve a recuperarse cuando la música termina. Los objetos tienen forma otra vez y el reloj recupera su mirada desafiante. Todo sigue en su sitio. Nada ha cambiado. Nadie, absolutamente nadie se ha dado cuenta de que durante unos minutos… han dejado de existir.
1 comentario:
Esta canción es preciosa, cada vez que la ponían de madrugada en la rosa de los vientos se paraba el tiempo!!!
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