Por el contrario, el Numancia puso fin a una serie de siete derrotas consecutivas. Sufrió y remontó. La victoria, capitaneada por su delantero Aranda, le permite abandonar la última plaza y amarrarse a la lucha por la permanencia.
El Valencia, que se puso por delante merced a un regalo de Juan Pablo, tuvo en las botas de Vicente el empate en el último suspiro del encuentro, con un disparo cruzado que se fue, primero, al palo, y después, a las manos del guardameta rojillo.
Inicio táctico
Los de Pacheta consiguieron anotarse las primeras ocasiones en un inicio muy táctico, donde el Numancia buscaba por alto a sus dos delanteros. En una de estos envíos al área, Goiria pudo anotar aunque poco después avisó el Valencia, en saque de falta. Alexis no llegó por poco al centro de Fernandes.
Y llegó el regalo de Juan Pablo, el portero numantino: Vicente encaró la puerta y disparó desde 30 metros. El meta, con manos blandas, vio como se le escapaba el balón después de detenerlo y entraba en su meta para desolación de la afición local.
El Numancia volvía a ser, una vez más, su peor enemigo. No merecía el castigo pero los regalos se pagan. El gol en contra se reflejó en los nervios de los jugadores numantinos. Ligaron muchos minutos de imprecisiones y de poco fútbol, mientras el Valencia empezó a sentirse cómodo y a tocar con cierto criterio el balón.
Una arrancada de Mata en el costado derecho pudo suponer la sentencia, pero su pase atrás, dentro del área, fue rematado al cielo por Vicente.
El aviso, el gol y la remontada
Pero en el sprint final de la primera parte el partido se volvió loco. Alexis salvó el empate en un remate de cabeza de Guayre, en un centro pasado que se comió César. Fue el aviso. Acto seguido llegó el gol de Aranda, quien se revolvió dentro del área para igualar. El Numancia rozó la remontada con un contragolpe de Guayre, salvado con los pies, en su salida, por César. Otra jugada de Aranda no encontró rematador.
La réplica valencianista llegó en el descuento por partida doble. Primero Juan Pablo sacó una mano a disparo de Michel y en la misma jugada Nagore salvó de cabeza cuando el balón se colaba.
Tras la reanudación, el Numancia volvió a la carga. Aranda se echó el equipo encima. Una falta al borde de área sobre el delantero rojillo lo transformó Barkero en la remontada. Fue un lanzamiento marca de la casa que significaría finalmente la primera victoria rojilla frente al Valencia.
Pero la victoria llegó con sufrimiento. El Numancia reculó y el Valencia buscó, cuando menos, el empate. Una diagonal de Joaquín con pase al hueco sobre Mata llevó peligro mientras el conjunto soriano buscaba casi exclusivamente la contra. En una de ellas, Goiria desperdició la sentencia.
En el último cuarto de hora se movieron los banquillos. Emery metió a Edu y el equipo lo notó favorablemente mientras Pacheta buscó decididamente reforzar la medular. Tocaba sufrir y bien que lo hizo el Numancia. En el descuento, Vicente se encontró con el palo. Por fin, después de muchas jornadas, la suerte le cambiaba al Numancia.
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