Escurro susurros de tormenta. Me detengo. Admiro cabizbaja y tiemblo. Casi se me atragantan mis propias tonterias. La vida es un proceso de incertidumbre infravalorada. No me quedaban espacios para las ironías así que me estallaron todas de golpe. Ahora tengo restos de metralla clavada en los remordimientos. Pero es mejor así. Con cicatrices resulta más fácil recordar las batallas. La conclusión finalmente, es que la cuestión no es empujar ni arrastrar, sino moverse. Hace frío y el corazón se arrima a cualquier fuente de calor que encuentre. Sin mirar dónde se mete. Pero hay una gran diferencia entre arrimarse... y quedarse.
23 enero 2009
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3 comentarios:
Dios, entre el hambre y las ganas de comer...
que gran texto chica
me ha encantado; es más, el trozo final:
"Hace frío y el corazón se arrima a cualquier fuente de calor que encuentre. Sin mirar dónde se mete. Pero hay una gran diferencia entre arrimarse... y quedarse."
ME parece soberbio.
Con tu permiso me gustaria poder citarlo (poniendo tu autoria, claro está) en alguna cosa k escriba algún día de estos.
Por cierto, a ver si un día nos contais como es k sois amigos, como empezó vuestra amistad y eso... k de brugos a Murcia o Sevilla hay mucho camino...
Lo mío es tuyo pequeños jeje, así que coge lo que quieras que yo encantada. Mmmm nuestra historia... es un cúmulo precioso de casualidades, q os la cuente él... yo le doy permiso.
Muy chulo al fin terminastes tu largo silencio!!! Corto, expresivo y profundo.
Acercarse al fuego para que nos de calor es bueno, siempre y cuando uno no se queme ;-D
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