Ruido blanco

Algo yace languideciendo en el suelo..
¿Qué puede ser?
Aparenta ser un cuerpo, pero no puede serlo.
No por la manera en que se retuerce entre guturales sonidos que sólo podrían pertenecer a un animal..
..pero es demasiado grande para cualquier animal..y sus formas...sus formas son demasiado peculiares...
Y de pronto se para todo movimiento.
Ya no se retuerce, ya no gime, simplemente yace tumbado.
Y es ahora cuando de verdad sientes temor, es ahora cuando te preocupa la espesa niebla que se mezcla con esa capa de humo denso como el alquitrán.

Sigues observando eso que yace en el suelo, sea lo que quiera que sea, y de repente algo cruza tu mente; un lapsus, un destello, un recuerdo. No eres capáz de distinguirlo bien pero eso no quita para que te siga pareciendo una sensación familiar.
Oyes un crepitar distante, no sabes de donde proviene, es como algún tipo de dial mal sintonizado que nadie hace por apagar ni sintonizar correctamente.
-¿Pero quién coño se entretiene escuchando "ruido blanco" a estas horas?
Aún sin explicarte de donde proviene el sonido y el cuerpo da una sacudida. Más bien podría decirse que es como un espasmo, uno de esos movimientos involuntarios que sin saber por qué tanto añoras.

Y el cuerpo que no es cuerpo se levanta, va como a trompicones, como si quitases fotogramas al azar de una pélicula, y aún así su movimiento es hermoso e hipnótico.
No tiene rostro, y parece que efectivamente es algo humano, o al menos parece que lo fué, y pese a lo repulsivo de sus formas te atrae...

-¿Por qué camino hacia el? ¿Por qué siento la necesidad de aprender cada una de sus formas y sombras? Sal de mi cabeza te dices, no rememores lo que no conoces...
Y piensas en las mañanas claras de cielo azul, intentando centrarte en el aire puro y limpio, en los sonidos cotidianos que te envuelven, en los gestos que te agradan, en las palabras que ...

-Maldito sonido...asqueroso "ruido blanco".... me está taladrando la cabeza..casi no consigo ni pensar...
Te incorporas lentamente, con tanto esfuerzo que tus músculos te piden descansar un momento semisentado. Giras la cabeza a un lado y a otro, intentando desentumecer el cuello, y es durante ese breve momento de estiramientos cuando lo ves.
En una esquina, dentro de un tarro, flotando en un líquido ambarino, desprendiendo un leve brillo blanquecino casi fantasmal...
-Ahora sé que es lo que veía...como he podido no darme cuenta...
Vuelve el "ruido blanco", pero esta vez sí conoces su procedencía, eres tú el que está encendiendo la radio. Y disfrutas con el vacio sonido crepitante que esta te devuelve.
-Así no te veré más cerebro mio, así no pensaremos más, ni tú ni yo.
Así me dejarás olvidarla.