Vamos a decirlo claro: el éxito de Amaral se debe, hoy por hoy, a la voz de Eva Amaral. Y punto.
Ni importa lo que canta, que es melódicamente simplón, ni importa lo que dice, que es moderadamente cursi. Importa su voz, sólo su voz, eficaz y a veces emocionante.
Lo demás es poco más que cero. En un 90%, canciones sosas, melodías del montón, ideas archioídas, esquemas obvios y una actitud simpática por normal, y aburrida por eso mismo.
Claro que, en el desierto del pop comercial español, el tuerto ha de ser necesariamente el rey.
Pero es que, después de este anodino 'Gato negro, dragón rojo', ya ni tuertos. Con escasas excepciones, estas canciones no las sostienen ni la voz de Eva Amaral ni sus memorables (ellos sí) vestiditos on stage.
Cinco días cinco llevo escuchando el nuevo disco del dúo sin encontrar casi rastros de brillantez, y sí notables dosis de grisura. Un patatal.
Y estoy cabreado: varias críticas de apariencia respetable lo saludaban como su obra de madurez. Será culpa mía, pero sólo hallo vulgaridad y una producción lamentablemente plana, sin vibración, que lastra definitivamente las pocas ideas decentes del disco: 'Kamikaze', 'Tarde de domingo rara', el rollo latinista de 'Alerta'...
Y es esa misma desnudez orgánica su peor enemigo: de tan simplonas, las canciones parecen apenas sucesiones de acordes sin rumbo, con leves recesos pasables.
Pero la palma de la sosez, no obstante, se la llevan unas guitarras flácidas a morir, con mínimas excepciones: por ejemplo, el buen estribillo de 'Es sólo una canción'.
La cosa, además, es injustificadamente larga: se trata de un doble disco cargado de protodescartes, con alguna autorreferencia incluso: 'Las chicas de mi barrio' huele a 'Sin ti no soy nada'.
Quizás el problema radique en que Amaral estaban bien donde estaban en 'Estrella de mar': en el cajón comercial, en ese fascinante terreno en que se construyen melodías para todos los públicos. Donde se pide el voto de centro.
Y es que les pueden encantar Dylan, Television e incluso Queens of the Stone Age (a quienes citan musicalmente, lo juro, en un pasaje de 'Las puertas del infierno').
Y es probable que: a) sus cacareados gustos, b) su estupenda naturalidad (ella al trato es un amor), c) su demostrada tenacidad a la hora de sacar su carrera adelante y d) el hecho de que santones como Ordovás apostaran por ellos al inicio de su carrera les hayan facilitado un aura de respetabilidad entre la entumecida crítica.
Pero en esta vida no hay nada como aceptarse a uno mismo como se es.
En fin.
Por todo lo dicho, visto el panorama y sin ironía ninguna, le auguro al disco grandes ventas y una celebrada gira.
Y me alegraré porque, vaya, me caen de puta madre estos dos.
Hala, que siga el espectáculo.
5 comentarios:
pues no lo he oido, ni los anteriores
si acaso lo que haya visto en la tele o escuchado a mis hermanas
no me gustan pero tampoco disgusta, que ni fu ni fa vamos
asi que me fio de tu critica y punto xD
odio amaral y la puta madre k los parió
No estoy de acuerdo en nada. Me parece que Amaral es un grandisimo grupo y sus canciones son muy profundas, de hecho estuve anoche en un concierto suyo y tienen muy buen directo y la voz de Eva es maravillosa
Totalmente de acuerdo con Alsedo. La simpleza musical de este dúo es demostrable e insoportable. No, no es sencillez, es simpleza. Las letras, para gente de -como mucho- primero de Carrera. Es decir, olvidables en dos o tres años (ya están pasados de moda sus anteriores éxitos, con eso está dicho todo). En mi opinión, que les sobrevivan un par de canciones, no más (a no ser que se pongan las pilas y nos sorprendan). Un detalle divertido por parte de Alsedo: que te encante Dylan, o Clapton o Coldplay o Lou Reed no significa que seas bueno; puedes ser una patata (aviso a navegantes para tantos grupillos y presuntos compositores genialoides).
Eso sí: ganan mucha pasta (ya quisiera yo).
"Será culpa mía, pero sólo hallo vulgaridad y una producción lamentablemente plana, sin vibración, que lastra definitivamente las pocas ideas decentes del disco: 'Kamikaze', 'Tarde de domingo rara"
bueno definitivamente es culpa tuya...puedo decirte que he escuchado el disco y no coincido con tu opinion.
un cd doble en el que pasan de momentos energicos a momentos mas melancolicos logrando crear un clima dotado de sensibilidad absoluta con melodias explícitamente puras.
Precisamente "tade de domingo rara" como has comentado no es uno de los mejores temas de este disco...pero si "concorde" o "perdoname" no han logrado despertar en ti algun sentimiento acompañado de admiracion y respeto por el excelente trabajo realizado por este grupo...oye esuchalo de vuelta pero esta vez de una manera mas profunda y sobre todo objetiva.
Es un disco en el que definitivamente se nota el preogreso y la admirable tendencia de "los Amaral" a ser innovadores, no repetirse y renovarse de manera constante.
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