¿No eres friki? No eres nadie.
Ahora que la bobada esta del tal Chiquilicuatre ha terminado -bobada de bobo, sin más-, me gustaría manifestar mi más sincera repulsa por la prostitución a que se está sometiendo a un término simpático, necesario y entrañablemente monstruoso, pero finalmente vulgarizado y quizás hasta muerto.
Sí, amigos, hablo del palabro de moda: 'FRIQUI' (o 'friki', como prefieran sus señorías).
Cuando un palabro así sale en el Telediario, malo.
Cuando un palabro así está EN BOCA DE ABUELAS, malo.
Cuando 'El País' (gran periódico, pero a veces qué torrija) lo descubre sobrevenidamente y le dedica una doble página (2/3/2008), malo.
Todo ello ha sucedido: malo, malo, malo eres, Chiquilicuatre, por haber arrastrado a Tod Browning en tu tonto auge y caída.
Ayer, al parecer, fue el día del Orgullo Friki. La palabra se vende ya en el Carrefour. Dos por uno con 'frikada'.
Tres camisetas de 'La guerra de las galaxias' nos convierten en friquis. Un blog sobre el apareamiento del ornitorrinco nos convierte en frikis. Mear sentados (siendo varones) nos convierte en frikis. Todo muy barato. Y muy rentable: para medios, marcas, egos.
Friki viene del inglés 'freak': monstruo. Y puestos a pensar en algo monstruosamente aterrador, el 'Aserejé' de Las Ketchup me acojona bastante más que el 'Chiki-chiki', que si acaso destila una ironía tirando a sosa.
Que 'Muchachada nui' sea humor 'friki' es igual a 'Colón lava más blanco'. Un eslógan que vende y punto.
Que los Vigalondos amigos de la serie B sean 'frikis' es un silogismo gratuito e impregnado de autocomplacencia ombliguista.
Dice wikipedia (¿lees wikipedia? enhorabuena, eres 'friki') que también se usa, en español, para gentes "con gustos específicos y desmesurados" . Yo devoro sin mesura las palmeras de chocolate del Rodilla: ¿soy un 'freak'?
Más bien es que nos faltan llaveros para colgar del superyo, y nos jode ser como los demás: gente que respira, come, caga.
Y por eso mandamos a la calle, a hacer las esquinas, a la palabra 'friki'. ¡Pobre y desamparada! Lejos la ternura de los 'Freaks' de Browning, y lejos el contrahecho cariño de los seres verdaderamente aberrantes que en el ancho mundo han sido.
Por ejemplo, el monarca Cañita Brava: eso es un 'freak' con auténtica conciencia de clase. Qué carina de tristeza, que canillas se adivinan bajo los pantalones.
Y los demás, en fin, sólo se me ocurre una forma de ser verdaderamente 'frikis' hoy: ser, como somos, alarmantemente normales.
1 comentario:
Amén hermano!!
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