Vuelvo a los horarios, a la escasez de propios pensamientos, a la falta de mi tiempo, a caerme por ahí rendida para dormirme en las esquinas.
Las horas se comprimen y la vagancia se arrepiente mientras los trabajos se acumulan y las ganas se retuercen.
Vuelvo a racionarme el aire y los suspiros. No hay lugar para las quejas. El mundo no dejará de girar por mucho que quite la pila a los relojes.
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3 comentarios:
el truco está en seguir dandote los mismos gustazos con tu tiempo...... y dormir no más de 7 de horas!!!
por desgracia es verdad k el mundo no deja de girar nunca y nunca nos espera...
precioso
no puedo decir más que eso porque me has dejado sin palabras...
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