Tengo las agujetas de lo que yo llamo la explosión contenida. Los rizos me pesan y caen. Hoy no es un día para la ropa ajustada. La invisibilidad me permite introducirme más a fondo en mí misma. De repente, en un agobiante autobus lleno de universitarios, sin aviso ni planificación, he conseguido tener una seguridad. Y de las importantes. Es curioso como el caos de una vida se puede llegar a tranquilizar de una manera tan sutil que ni lo percibes. Simplemente te das cuenta de que ya lo sabes. No te empeñas en buscar razones porque aceptas el anticiclón con buena cara. Seguramente todo sea hormonal pero ahora no me importan las causas. Mi periodo de inconformismo desesperante parece que se va olvidando por pereza o por estancamiento.
Son días raros para los sentimientos turbios y enredados. Es mejor derretirse con un puñado de besitos en el cuello. Nadie juzga un fondo feliz porque sólo nos consuelan los tristes. La humillación es el recurso de la amargura escondida. Por eso la aceptación de los errores es el mejor escudo. No podemos quedarnos agazapados viendo pasar el mundo por un agujerito. Hay demasiadas cosas buenas para que sólo nos ciñamos a las malas. La persona que más interés debe mostrar por nuetra vida es uno mismo. Por eso es crucial vivir de una manera que seamos nosotros nuestra propia guía. De momento me quedaré aquí, mañana ya veremos.
Suficiente para hoy.
Resulta agotador encontar una seguridad en los tiempos que corren.
2 comentarios:
cuando amenudo tengo k tomar una decisión dura (o creo k tengo k tomarla, últimamente el recurso que he adoptado es decirme a mí mismo: "Tampoco tengo por qué decidirlo hoy".
Y pospongo el espinoso asunto para mañana, o pasado, o al otro... Y así lo que era una decidisión de blanco o negro que me devuelve al precipicio en que no quiero estar, pasa a ser una secuencia de grises día tras día hasta que la solución me sale sola; o la mayoría de las veces es el propio devenir de las cosas quien me deriva por el mejor camino, o al menos uno no demasiado malo...
En demasiadas ocasiones somos demasiado duros con nosotros mismos y nos exigimos más de lo recomendable...
Yo como soy un optimista desaforado siempre pienso que haga lo que haga es para mejor así que no me moleta tomar decisiones!!!
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