06 febrero 2008

Son las 6:30 de la mañana...

Miro el reloj. Qué lento resulta el inexorable paso del tic tac. 20 horas sin dormir. Noto la nube que se apodera de mí. Aún no consigue quitarme la visión perfecta, aunque para seguir estudiando debo hacer acopio de fuerzas extras para entornar los ojos. Y solo me queda pensar en que quizá esté quemando panza cervecera... No cuela, ¿no? ¡Qué le vamos a hacer! Relajémonos, pero no demasiado. Aún quedan unas cuantas horas hasta que el efecto del café acumulado del día anterior pase y me venza el sueño.

Y es que ya he desistido de intentar dormir. Este tipo de noches siguen un mismo patrón. Primero me digo que debo acostarme temprano, que será mejor levantarme a eso de las 8 o las 9 de la mañana al día siguiente. Doy vueltas una hora intentando no pensar en divergencias, líneas de transmisión y cartas de Smith. ¡Dios bendiga a Maxwell!... Qué poca gracia tienen las ironías si solo tienen como espectadores de lujo la propia persona. Como digo, sigo dando vueltas. No ocurre nada. E incluso debo hacer esfuerzos por cerrar los párpados. Es entonces cuando se enciende un clic en tu otro yo, el cinéfilo que lleva una mala racha porque no tiene muchas ocasiones para salir a pasear en tiempos de exámenes.

- ¿Y si vemos una película?
- Puf, fijo que entonces se nos hace las 2 cuanto menos...
- ¿Y? Haz cuentas, si te levantas a las 9, ¡son 7 horas que duermes!
- Bueno, es cierto, no suelo dormir mucho más...
- ¿Ves? ¿Qué te apetece?
- A ver que tenemos: El rey de Nueva York, La flaqueza del bolchevique o Coffee and Cigarettes.
- Pues la última mejor la descartamos, ¿no? Historias entrelazadas con muchos personajes... fijo que te engancha y ten en cuenta que es del director de Ghost Dog y Broken Flowers.
- Pues La flaqueza del bolchevique puede ser tres cuartos de lo mismo... y además es española...
- Pues no se diga más. El rey de Nueva York: tiros, asesinatos, Christopher Walken de mafioso...

Me cierro la boca. Cojo la silla y abro el "winamp". La veo. Hora y tres cuartos después mis ojos siguen de par en par. La película es buena, no ha sido un error coger una de la mafia. La historia no es muy allá... pero es que el tito Walken es increible. Me encanta este tio.

¿Qué se puede hacer? Me vuelvo a acostar. No llega a la media hora y ya estoy en pie de nuevo. ¿Gasol no jugaba hoy por primera vez con los Lakers? Voy al salón y lo primero que sienten mis oidos son los ronquidos de mi padre. Lo segundo es el palpitar de mi nariz cuando reconoce el cabrales de los pies de tal personaje. Después viene la inevitable visión de su panza medio fuera con los pelillos en curiosas formas de caracolillos imposibles. ¡Parece un cuadro de Goya! Desvio mi mirada y Gasol está cogiendo un rebote impresionante frente a Vince Carter. ¿Quien se lo diría a él hace 10 años que estaría jugando frente a los Nets vistiendo la camiseta del equipo de Magic Jonhson? Veo el partido hasta el final. Coby Bryan lo hace como el culo. ¡6 puntos solamente! Pero Gasol... Gasol se sale en su estreno. Casi 20 puntos, no sé cuántos rebotes y encima ganan de más de diez a los Nets del mencionado Vince y del gran viejuno Jason Kidd. Perfecto.

Mi padre entrecorta un ronquido, señal inequívoca de que se va a la cama. Me dice una frase que no se entiende muy bien. Supongo que será un buenas noches o algo así. Y me quedo sólo. Todo el salón para mí y el satélite... Doy una vuelta y veo que vuelven a poner El planeta de los simios. Sucumbo a la tentación y la vuelvo a ver... ¿se habrá hecho alguna vez un calco, irónico e inteligente, de nuestra sociedad "civilizada" mejor que la de tan magnífica película? Reflexiono sobre los conceptos que se desarrollan: opresión, dictadura, libertad frente a seguridad, destino cíclico, violencia, bondad, instinto, civilización...

Son de nuevo las 6 de la mañana y me vuelvo a acostar. A la media hora cumplo con la primera línea de estas divagaciones. Ya son las 7 de la mañana. ¿Qué haría el tito Clint en mi lugar? Sí, dormir es de maricones. Menos mal que sigo teniendo mis divergencias, líneas de transmisión y cartas de Smith. Y es que ¡Dios bendiga a Maxwell!

3 comentarios:

ladiya dijo...

k historia más terrorífica!!!!


sobretodo la parte del cabrales asesino y los caracoles peludos!!



jejeje

me ha gustao muxo, muy interesante... prejuicioso xk no viste la española??

;)

quillo_3 dijo...

no la vi porque fijo que tenía muchos diálogos y como que pasaba mucho de engancharme... lo que pretendía era quedarme sobao mientras... pero no hubo forma!!! en fins... voy preparando el culín para mañana XDDD

Unknown dijo...

Por cierto, Quillo, ¿en esas ecuaciones de Maxwell no faltan términos? ¿O son las ecuaciones de Maxwell en el vacío, en ausencia de fuentes?

Ya lo decía el Gran Fausto Oria, profesor de Electrodinámica en Valencia: "Cuando tengas dudas puedes acudir a las Gloriosas ecuaciones de Maxwell". Sí, sobre todo en medio de un examen, que era cuando te lo decía él, el cabrón.



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